Mariano Rajoy promete licitar el AVE de Vigo en tres meses si llega a La Moncloa
El presidente del Partido Popular acusa a Zapatero de olvidarse del Plan Galicia
El líder del PP, Mariano Rajoy, cerró ayer en Vigo y Ourense, las dos plazas fuertes de este partido, su paso por tierras gallegas en campaña y precampaña. La batalla de Vigo, donde gobierna en minoría, es la clave para el Partido Popular, y tanto Rajoy como Alberto Núñez Feijoo, el líder gallego, y Corina Porro, la alcaldesa, echaron el resto con su promesa estrella: un compromiso para que Rajoy, si llega al Gobierno, cumpla íntegramente el Plan Galicia y licite en los primeros tres meses todos los tramos del tren de alta velocidad entre Madrid y Vigo que están pendientes.
Rajoy ya había visitado en precampaña todas las grandes ciudades gallegas, salvo Vigo y Ourense, precisamente las dos donde el PP se juega más. En Ferrol también confía en seguir gobernando gracias al hundimiento de los independientes, pero la clave de la batalla electoral gallega sigue siendo Vigo, motor industrial de la economía de esta comunidad, y la cuarta ciudad exportadora de España, según se encargó de destacar Rajoy.
La visita a Vigo llegaba pocos días después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pasara por la ciudad. Núñez Feijóo y su equipo prepararon para Rajoy un acto bien medido, basado en las infraestructuras y en los supuestos incumplimientos del PSOE. Hasta el punto de que el líder del PP gallego no tuvo empacho en comenzar su intervención recordando la tragedia del Prestige, momento crítico para su partido, aunque no llegó a citar el nombre del barco. Núñez Feijóo recordó que, como consecuencia de esa catástrofe, un Consejo de Ministros extraordinario decidió aprobar el llamado Plan Galicia, con una serie de compromisos en infraestructuras para revitalizar la economía de esta comunidad. El PP denuncia que los socialistas, al llegar al Gobierno, se olvidaron de estos compromisos.
Como ejemplo, la propia Corina Porro recordó que Zapatero ha prometido estos días que el AVE llegará a Vigo en 2012, cuando dos años antes, en un mitin de las elecciones gallegas, el presidente había asegurado que esa infraestructura estaría lista para 2010. "Y en las próximas autonómicas vendrá en campaña y nos dirá que estará en 2014", aseguró Porro. Al darse cuenta de su error, la candidata corrigió enseguida: "Bueno, yo creo que no vendrá como presidente, que el presidente entonces será Mariano Rajoy".
El propio Rajoy recordó las polémicas palabras de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, al acabar una rueda de prensa, cuando pensaba que el micrófono estaba cerrado. "Ese plan Galicia de mierda", dijo. "Aún retumban esas palabras, y es lo que de verdad piensan", sentenció.
"Sólo queremos que no nos pase con el AVE lo mismo que con las autovías, que fuimos la última comunidad en tener algún kilómetro", aseguró Núñez Feijóo. "En la meseta aún no se ha licitado ni un solo kilómetro", se quejó el líder gallego del Partido Popular.
Ambiente de primarias
La evidencia de que las municipales se han convertido en unas primarias de las generales, negada ayer por Rajoy, quedó aún más clara porque los compromisos firmados por el líder del PP y Núñez Feijoo no se refieren a las municipales, sino que están todos relacionados con la posibilidad de que el PP gane las generales.
Porro, que gobierna en minoría después de que el PSOE y el BNG rompieran su pacto de gobierno en Vigo, presumió de su gestión y destacó que todo se había hecho "con una paz social que ha durado tres años y medio". Esas palabras contrastaban con los gritos de "Rajoy, fascista" que sufrió el líder a la entrada del hotel en el que realizó el acto. Eran los representantes los trabajadores en huelga del sector naval. Rajoy apoyó a su candidata con la idea de que la alternativa está compuesta por los mismos dos partidos que no lograron ponerse de acuerdo tras las últimas elecciones, los mismos que están en la Xunta dedicados a "disputas internas".
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