Quintana acusa a PP y PSOE de aplicar un urbanismo que beneficia "a los de siempre"

El cortejo electoral de los nacionalistas gallegos fue recibido ayer por grandes anuncios de inmobiliarias y pisos en venta. En A Mariña lucense, la nueva meca del turismo madrileño, el líder del Bloque, Anxo Quintana, animó a los vecinos a "no poner las gallinas al cuidado del zorro". "No hace falta hablar de Marbella", exclamó en Ribadeo, "quien quiera ver desastres que haga un recorrido de Viveiro a Ribadeo y los encontrarán de diferentes colores". El único partido que no practica un urbanismo "degradador" para beneficiar "a los de siempre" es, según Quintana, el BNG.

Los vecinos de la aldea de Santa Marta, en el ayuntamiento lucense de Riotorto, vieron ayer cómo uno de esos políticos que salen en la televisión se bajó de un coche de cristales tintados junto al cementerio y, en mangas de camisa, se puso a jugar a los bolos en la pista que ellos mismos habilitaron hace un par de años. "Seguro que cuando nos ven en la tele piensan: 'A ése le diría yo cuatro cosas'. Ahora es el momento", les dijo el vicepresidente en campaña. "No se corten, pregunten lo que quieran, no me van a asustar".

El envite de cercanía del portavoz nacional del BNG fue recibido en Santa Marta con un silencio que sólo una mujer se atrevió a romper. "Yo quiero que se haga en Santa Marta un Allariz en pequeñito". Quintana sonrió y rememoró con orgullo su milagro de alcalde en el municipio orensano. Así se las ponían a Felipe II.

El líder de los nacionalistas gallegos paró en esta escondida aldea del interior de Lugo entre mitin y mitin en el litoral de A Mariña. Junto al mar, alertó contra las consecuencias que puede tener el desembarco masivo de veraneantes en uno de los pocos tramos de costa virgen que quedan en la Península Ibérica. En Viveiro y Ribadeo, dos ayuntamientos en los que su partido gobierna en coalición con los socialistas, Quintana pidió el voto para el BNG porque, subrayó, tanto el PP como el PSOE han practicado en la zona un urbanismo que beneficia "a unos pocos", "a los de siempre". "Los vecinos de A Mariña no pueden cometer el error de poner las gallinas al cuidado del zorro, de colocar el urbanismo en las manos de aquellos que ya demostraron que lo utilizan para la especulación", advirtió.

Frente a la gestión de populares y socialistas en A Mariña, el líder nacionalista contrapuso la "honradez" de sus candidatos. Y, aunque de su boca no salieron las siglas de su socio socialista en la Xunta, sí cargó contra el "estilo" de los alcaldes del PP que sólo "sirven para poner placas" y para "boicotear" al bipartito. "El PP boicotea las brigadas de extinción de incendios; cuantas menos mejor, que arda todo", insistió.

Una placa con los nombres de Francisco Álvarez-Cascos, Manuel Fraga y Francisco Cacharro recibió y despidió a Quintana en el Teatro Pastor Díaz de Viveiro donde celebró su mitin. El detalle le sirvió al nacionalista para ejercitar la retranca y arrancar ovaciones a sus simpatizantes. "Ya no cabían más nombres y tuvieron que parar ahí", ironizó, "y es que el PP piensa que las obras son de ellos, por eso colocan sus nombres en las placas".