¿Hasta dónde llega la amenaza islamista sobre Al Andalus?
Los expertos toman muy en serio las reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla
¿Qué significa la reivindicación de Al Andalus en los comunicados de Al Qaeda desde 2001 y en otros más recientes del Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC) argelino? ¿Qué implica la comparación que hizo en diciembre Ayman Zawahiri, número dos de la organización terrorista, entre Chechenia y Ceuta y Melilla? La primera pregunta suscita respuestas divergentes entre académicos magrebíes estudiosos del islamismo, pero su contestación es, en cambio, unánime a la segunda: constituye una seria amenaza.
Al Andalus es, para los musulmanes, su era de esplendor en casi toda la Península Ibérica y no solo en Andalucía, porque abarcó brevemente una pequeña parte del suroeste de Francia. La dominación musulmana empezó en el siglo VIII y concluyó en el XV, pero el Califato de Córdoba alcanzó su apogeo en el X. El siglo siguiente empezó su declive con la aparición de los reinos de Taifa.
"Tal y como ha sido enunciado por Al Qaeda, Al Andalus es un objetivo confuso al que no atribuiría gran importancia", asegura Abdalá Rami, investigador del Centro Marroquí de Estudio de las Ciencias Sociales y autor de una tesis sobre el uso de Internet por los islamistas radicales.
"Si Al Andalus fuese de verdad una prioridad, los salafistas argelinos - que se declararon en septiembre vasallos de Osama Bin Laden- no habrían adoptado en enero el nombre de Al Qaeda del Magreb Islámico sino el de Al Qaeda del Occidente Islámico", sostiene Mohamed Darif, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Mohamedia y autor de varios libros sobre los islamistas. "La primera denominación se ciñe al noroeste de África, pero la segunda abarca además a la Península Ibérica", precisa.
Mohamed Tozy, el politólogo marroquí que más ha publicado en Europa, matiza estas opiniones. "Al Andalus es un mito, el de la unidad de los musulmanes, el de una gran civilización, alternativa a Occidente, y dominada por los musulmanes", explica. "Al Qaeda está intentando reactivar ese mito, pero no hay que descartar que a medio plazo tenga consecuencias desagradables sobre el terreno".
Es lo que vaticina Mohamed el Ayadi, profesor de sociología de la Universidad Hassan II de Casablanca. "No es una casualidad si figura en la lista de las reivindicaciones", recalca. "Al incluirlo, Al Andalus se convierte en un objetivo político e incluso terrorista", asegura. Nada de extrañar, por tanto, que el Centro Nacional de Inteligencia, el principal servicio secreto español, detectase en marzo en Internet mensajes de un misterioso grupo de liberación de Al Andalus de los que se podía deducir que tenía la intención de perpetrar atentados contra objetivos españoles en el Magreb.
"Para los musulmanes la caída de Al Andalus es una catástrofe, el inicio del declive de nuestra civilización", prosigue Ayadi. Los islamistas radicales "achacan esa decadencia a la aparición de los reinos de taifas, el alejamiento de la religión, las diversiones etcétera". "A veces hablan de Al Andalus como de la primera Palestina, de la Palestina de Occidente".
"La reivindicación de Al Andalus es más que un problema de percepción o de alucinación ideológica", escribe Kamel Daoud, columnista en el diario argelino Le Quotidien d'Oran, "es el reconocimiento de que hemos terminado por fabricar una generación que, sin presente y sin futuro, delira sobre su propio pasado".
"Si la evocación del paraíso perdido de Al Andalus puede parecer poco realista, Ceuta y Melilla es otro cantar", continúa Ayadi. "Aquí se trata, a ojos de Al Qaeda, de una tierra musulmana ocupada por los infieles", subraya. "Es una reivindicación capaz de movilizar", concluye.
"Más allá del aspecto de tierra usurpada", enlaza Mohamed Darif, "asestar golpes en esas dos ciudades puede ser para los salafistas argelinos - ahora convertidos en la rama regional de Al Qaeda- una forma de legitimarse". "Quedarían así ante ciertos sectores de la opinión pública como los que de verdad luchan por liberar la tierra del islam ocupada mientras otros se conforman con repetir una reivindicación retórica".
Mohamed Tozy sospecha, por su parte, que hay "una relación de causa a efecto entre las redadas contra radicales islamistas", el otoño pasado en Ceuta, "y la inclusión, por primera vez, en un discurso de Zawahiri", en diciembre pasado, "de las dos ciudades" autónomas.
"En todo caso no es una novedad que los islamistas mencionen a Ceuta y Melilla", afirma Abdalá Rami. Mohamed Fizazi, un predicador salafista hoy en día encarcelado en Maruecos, abogó durante su juicio, en el verano de 2003, por llevar la yihad a Ceuta y Melilla. Hizbu-Tahrir, otro grupo radical pero no violento e implantando en buena parte del mundo musulmán, también preconiza "liberar" las dos ciudades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.