Precios de todo tipo para instar el coleccionismo entre los jóvenes
Por una vez, la tan socorrida voluntad de "impulsar el coleccionismo joven", la gran esperanza blanca del sector de las galerías, no se queda sólo en una declaración de intenciones. En las casetas de la feria internacional Swab predominan las obras a precios más que asequibles: las esculturas oscilan entre los 5.000 y los 30.000 euros, y las piezas más caras ni siquiera superan los 60.000 euros.
Así, entre la oferta de una galería como Iguapop se pueden encontrar obras desde menos de 1.000 euros hasta los 16.000 de las pinturas de Miss Van. En Vacío 9, unos dibujos de Juan Zamora animados digitalmente se venden con su pequeña pantalla a 1.200 euros, mientras que una pintura de los célebres graffiteros madrileños Nuria y Eltono se ofrece por 6.000. Fruehsorge vende por 4.500 euros unos dibujos de Greg Stone, realizados con asfalto sobre papel, y por 2.500 euros, unos inquietantes retratos de vampiros de Adriana Molder, hija del célebre fotógrafo portugués Jorge Molder.
La filosofía de lo asequible también se exporta al gran formato. Así, una pintura sobre tela de Hadassah Emmerich (Akinci) que ocupa toda la pared del puesto cuesta 12.000 euros, mientras que los rostros alucinados de Andrea Lehmann (Klinkhammer), de casi tres metros de largo, alcanzan los 55.000 euros.
Swab ha conseguido una subvención de 20.000 euros de la Generalitat y 3.000 euros del Ayuntamiento, y está pendiente de recibir ayuda de la Diputación de Barcelona y el Ministerio de Cultura.
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