Un libro recupera la historia del solar y el edificio que alberga el Artium

El Artium recupera en un libro el recorrido que ha vivido el edificio que diseñó el arquitecto José Luis Catón, pero también la historia de su solar y de las instalaciones de la estación de autobuses que acogió esta plaza del centro de Vitoria. También las peripecias de una colección única de arte contemporáneo que durante lustros no pudo exhibirse en condiciones. Artium. El edificio cuenta con textos de Antonio Rivera, Iñaki Díaz Balerdi, José Luis Catón y Javier González de Durana, en 159 páginas profusamente ilustradas. Destaca asimismo la mirada personal que el fotógrafo Gert Voor in't Holt ha realizado sobre la arquitectura del museo.

El volumen se abre con un documentado ensayo del historiador Antonio Rivera sobre la tortuosa gestación de la extinta estación de autobuses de Vitoria y su construcción, en el mismo lugar en el que se celebraba la feria de ganado de la ciudad. El texto de Rivera recorre las vicisitudes del proyecto de Jesús de Guinea, desde la primera vez que se planteó su necesidad, en 1931, en el primer año de la Segunda República, hasta que se inauguró oficialmente el 29 de enero de 1950.

Javier González de Durana, director de la pinacoteca vitoriana, ofrece un breve repaso sobre el papel de los edificios de los museos a lo largo de la historia antes de realizar una descripción del que encabeza tal y como se ofrece a sus visitantes.

González de Durana recorre el exterior y el interior realizando breves apuntes sobre los perfiles más destacados del edificio, su íntima relación con el Casco Medieval de Vitoria, su peculiar carácter subterráneo, su funcionalidad o las obras de arte que acompañan su arquitectura, en especial las ubicadas en el vestíbulo principal: Un pedazo de cielo cristalizado, de Javier Pérez, y Mural cerámico, de Joan Miró.

Vicisitudes del proyecto

El arquitecto José Luis Catón recuerda el largo trayecto que condujo a la construcción del edificio que él mismo proyectó. Al recorrer las vicisitudes que sufrió, afronta las condiciones constructivas que imponía el solar y las soluciones técnicas y urbanísticas aportadas, así como la lógica adaptación al programa de necesidades redactado por la Diputación alavesa. Fotografías de las fases de construcción del museo y reproducciones de varios planos del proyecto ilustran las palabras de Catón.

De los hechos que crearon la necesidad de construir un museo en Vitoria y de su papel actual se ocupa el profesor de la Universidad del País Vasco Iñaki Díaz Balerdi, quien se remonta a 1941. Ese año la Diputación adquirió el palacete que hoy acoge el Museo de Bellas Artes de Álava, y donde, especialmente a partir de los años 70, se colecciona de manera metódica el arte español de la segunda mitad del siglo XX. El historiador habla en este caso de la paradoja de un "museo oculto", aquél que poseyendo numerosos tesoros se ve imposibilitado para exponerlos.