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Los diputados reclaman para el Congreso la designación de la CNMV

Carlos E. Cué

Tras varias semanas de zozobra con la crisis de la CNMV, el PSOE vivió ayer un nuevo episodio imprevisto: el partido del Gobierno perdió una votación en el Congreso -149 votos a 140- algo poco habitual. Todos sus socios apoyaron una enmienda de IU a una proposición no de ley del PP en la que se insta al Gobierno a que "a lo largo de 2007 modifique la elección del presidente y del vicepresidente de la CNMV de manera que sean nombrados por mayoría cualificada del Congreso de los Diputados", y no por el Gobierno, como dicta la ley.

Los socialistas se quedaron así totalmente solos. ERC, CiU, Coalición Canaria y el Grupo Mixto votaron con el PP e IU. Sólo eso explica la derrota, porque aunque hubo muchas ausencias en el PSOE -casi todo el Gobierno y 12 diputados-, también las hubo en el PP -30 escaños-. La proposición aprobada tiene más contenido: dice que tanto el presidente como el vicepresidente "podrán ser cesados por mayoría cualificada del Congreso en caso de incumplimiento grave de sus obligaciones".

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La reforma estuvo a punto de no ser debatida porque el portavoz del PP, Miguel Arias Cañete, llegó unos minutos tarde -se quedó atrapado en un ascensor-. Pero su compañero Jorge Fernández, con habilidad, dio por defendida la iniciativa en sus términos y el debate siguió. Arias señaló luego que la elección del presidente de la CNMV por el Congreso era una promesa electoral del PSOE, y está en su programa en la página 133.

Mayoría cualificada

Gaspar Llamazares, defensor de la enmienda finalmente triunfante, apostó por el nombramiento del presidente y el vicepresidente de la CNMV, como pedía el PP por parte del Congreso, pero dedicó toda su intervención a hurgar en la "hipocresía" del principal partido de la oposición. "Hace cinco años, con el PP en el Gobierno, propusimos lo mismo y se negaron con argumentos contrarios a los que defienden hoy. Eso se llama hipocresía política", clamó Llamazares.

Uno tras otro, los portavoces dejaron claro su malestar con el Gobierno por la manera en la que ha gestionado la crisis de Conthe. "La CNMV está hundida y bastante hundida", dijo Joan Puig, de ERC. "Hoy la CNMV está contaminada, tiene falta de credibilidad", señaló Josep Lluís Sánchez Llibre, de CiU.

Ricardo Torres, del PSOE, no intentó siquiera un pacto para salvar los muebles y se aferró a la idea de que su partido ha propuesto una reforma global sobre todos los organismos de supervisión, y no sólo para la CNMV, que ha sido rechazada por el PP.

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