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Se venden los diamantes de Katharina

Sotheby's subasta en Ginebra joyas procedentes de la nobleza europea

Cuando se cumplen 20 años de la memorable subasta de joyas de la duquesa de Windsor, y 15 de la también magnífica puja de la colección Von Thurn und Taxis, la casa Sotheby's continúa fiel a su trayectoria de ofrecer joyas de procedencia noble. Los soberbios diamantes amarillos (en la imagen) de la familia europea de Silesia Henckel von Donnersmarck son los primeros en salir a la venta el próximo día 17, en los salones del hotel Beau-Rivage, en Ginebra.

Poseen lo mejor de los diamantes: color (son más raros que los incoloros) -en este caso, amarillo-, forma de pera y un peso magnífico (uno 82,48 quilates; el otro, 102,54). Para que se hagan una idea: el diamante Taylor-Burton, que Richard Burton regaló a su eterna mujer Liz Taylor, famoso por su tamaño y forma de pera, pesa 69,42 quilates.

La cifra estimada de ambas joyas de la familia Von Donnersmarck - la misma de la que procede el cineasta Florian Henckel von Donnersmarck, autor de La vida de los otros- es de 1,1 a 1,4 millones de euros. Su antepasado Guido se enamoró perdidamente de la cortesana La Païva, quien ponía igual entusiasmo por la vida extravagante como por las joyas. A su muerte, el noble, que apadrinaba a los joyeros más modernos del momento, Chaumet, se casó con Katharina Wassilievna de Slepzoff, a quien regaló ambas piedras.

Pero la subasta no acaba con ellas. Hay una atractiva tiara de la colección de Christian, Lady Hesketh (1929-2006) con diamantes de varios cortes que representan las flores nacionales de tres países del Reino Unido: Inglaterra, con una rosa abierta; Escocia, un cardo, e Irlanda, un trébol. La venta incluye además una hermosa diadema tallada de coral -muy de moda a mediados del XIX-; una cruz de diamantes de la colección del marqués Gropallo Rocca Saporiti y otra tiara de 1910 de una familia de Westfalia.

Dos diamantes pertenecientes a la princesa Katharina Wassilievna de Slepzoff, en la imagen.
Dos diamantes pertenecientes a la princesa Katharina Wassilievna de Slepzoff, en la imagen.C. BAUTISTA

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