El Gobierno vigilará "con lupa" a ANV, pero descarta instar su ilegalización

La sentencia del Supremo que anula la mitad de las listas electorales de Acción Nacionalista Vasca ha abierto un nuevo frente de batalla entre el Gobierno y el PP a costa de la lucha antiterrorista. El Ejecutivo se niega, por el momento, a promover la ilegalización de ese partido, aunque advierte que vigilará "con lupa" su futura actuación en los ayuntamientos. Para el PP, por el contrario, el Gobierno ha dejado "colar a una banda de asesinos en las instituciones".

El alto tribunal aceptó la impugnación de 133 listas de ANV por entender que eran sucesoras de la ilegalizada Batasuna, y ése fue ayer el principal argumento utilizado por el PP para defender que el Gobierno debiera haber propuesto la anulación de todas las candidaturas de ese partido. Por el contrario, el Gobierno defendió que la impugnación parcial se atuvo a la legislación vigente en todos sus extremos y que, de hecho, el Supremo aceptó casi en su totalidad las impugnaciones presentadas por la Fiscalía del Estado y la Fiscalía General.

El Supremo, además, planteó que también hubiera sido correcto utilizar la vía de la ilegalización de ANV, y a ese argumento se agarró también el PP para atacar con dureza al Ejecutivo y acusarle de actuar con mano blanda ante la estrategia electoral establecida por Batasuna. Para el Gobierno, no es el momento de plantear la ilegalización de ANV, pero tampoco la descarta en el futuro a la vista de las actuaciones de las personas que resulten elegidas en las listas de ANV.

Los socialistas replicaron ayer que "ni las amenazas de Batasuna ni las insidias del PP han hecho que el Gobierno se aparte de la legalidad", en palabras de su secretario de organización, José Blanco.