Los vecinos de Alattyan brindan por el hijo de Pal Sarközy
A 1.700 kilómetros de París, el pueblo húngaro de Alattyan celebró ayer con champán y pasteles la victoria de Nicolas Sarkozy. "¡Oh, Dios mío, el pequeño Sarközy (pronúnciese sharkoesi) va al Elíseo!", exclama Justina Kiss, a quien le encanta recordar los veranos que pasaba en el castillo Maar, residencia estival de los Sarközy.
El padrino de esta vivaz septuagenaria era el ayudante de cámara en el castillo que pertenecía a Pal Sarközy, el padre del nuevo presidente francés, y su madrina era la jefa de cocina. Ella misma, entonces una niña de ocho años, solía jugar en los jardines.
Muy cortejada durante la campaña por la prensa internacional, Justina ha puesto la mesa y ofrece champán Marie-Antoinette y pasteles hechos en casa. "Es un día de fiesta", dice radiante. Entre dos sorbos de vino servido en una jarra con las iniciales grabadas BS (Bocsa Sarközy, el nombre completo del padre de Nicolas), que recibió su madrina como regalo cuando el castillo fue confiscado por los comunistas, Justina expresa su satisfacción por las fotos del hijo de Pal en la primera plana de los periódicos húngaros.
La prensa ha celebrado la elección de Sarkozy como el éxito del hijo de un refugiado húngaro, que ha llegado a lo más alto gracias a su voluntad y a su talento. Nacido en París en 1955, de madre francesa, Nicolas Sarkozy nunca ha ocultado sus orígenes, pero tampoco guarda lazos particulares con Hungría ni habla su idioma. Pese a ello, Justina ha seguido la campaña presidencial francesa día a día y había decretado antes de la primera vuelta que Nicolas "no podía perder". "Es tan joven, tan lleno de energía..., pero ha sabido comportarse como un caballero en el debate [televisado con Ségolène Royal], y ha dado prueba de tranquilidad".
El alcalde de Alattyan, Gabor Kockas, comparte plenamente esta opinión. Ya ha escrito una carta a Sarkozy, que será firmada "no sólo por el alcalde, sino por toda la comunidad". Él también se declara "contento, pero no sorprendido" por una victoria que, dice, "corona una campaña que hemos seguido por todos los medios imaginables".
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