_
_
_
_
Reportaje:Juicio por el mayor atentado en España | 11-M

La horma del confidente

Rafá Zouhier se considera víctima de una traición urdida por algunos de los islamistas imputados

Si Rafá Zouhier pudiera eliminar una palabra del diccionario, no dudaría. Con bolígrafo azul y letras mayúsculas, el acusado escribió hace unos días una carta de ocho folios a este periódico en la que se quejaba amargamente de ser tachado de "chivato". ¿Qué será?, venía a preguntarse, ¿del antiguo y benemérito gremio de los confidentes y soplones si ustedes siguen arreándole estopa día tras día? Lo cierto es que Zouhier -polidelincuente confeso- viene demostrando ser un hacha en el oficio. Si se tiene en cuenta que su defensa se basa en que avisó a la Guardia Civil de los planes criminales de sus ahora compañeros de banquillo, no deja de maravillar que los por él traicionados no sólo no se le tiren al cuello, sino que incluso compartan bromas, risas y buen rollito. Hasta ayer.

Más información
La Guardia Civil dejó de investigar en 2003 el tráfico de explosivos en Asturias porque no hallaron pruebas

-Saquen a Zouhier y siéntenlo ahí...

La orden del juez Gómez Bermúdez es atendida de inmediato. Dos policías de uniforme sacan a Zouhier de la habitación de cristal blindado y lo sientan fuera, justo detrás de la silla azul de los testigos. La decisión del juez se produce minutos después de que el abogado de Zouhier, Antonio Alberca, le contara que su cliente y varios de los islamistas imputados habían tenido una gresca de campeonato a cuenta de la declaración, el viernes pasado, de Kamal Ahbar. El tal Ahbar, un islamista furibundo cuyo interrogatorio continuó ayer, había asegurado que el gremio de los confidentes -Zouhier, Cartagena y un pollero de Valencia- tuvieron una participación directa en los atentados. Al bajar a los calabozos, varios de los islamistas se mofaron de Zouhier por una cuestión que al marroquí le dolía especialmente: el tal Ahbar había sido propuesto como testigo por su propio abogado.

El asunto tiene su miga y, lejos de quedarse en un calentón de calabozo, fue subiendo de tensión durante el fin de semana. Después de atar varios cabos, Zouhier y su cliente están convencidos de que la declaración tan dañina de Kamal fue urdida con habilidad y tiempo por cuatro acusados y algunos de sus abogados. Estos son los cabos:

-Cuando el abogado Alberca quiso renunciar al testimonio de todos los detenidos por la operación Sello (islamistas acusados de financiación y reclutamiento de suicidas), el abogado de Larbi Ben Sellam, Julio Sánchez Majano, le pidió como un favor personal que mantuviera la comparecencia de Kamal. A Alberca le extrañó, pero lo hizo.

-Kamal está desde junio de 2006 en la cárcel de Alcalá-Meco. Allí se encuentran además otros imputados, entre ellos Fouad El Morabit -quien ejerce una indudable autoridad sobre el grupo-, Basel Ghalyoun -cuyo abogado Abascal es el principal patrocinador del bulo de la conspiración- y... Larbi Ben Sellam. Por si fuera poco, Kamal y Basel Ghalyoun trabaron amistad en la prisión coruñesa de Texeiro.

Kamal Ahbar entra en la sala. Ha cambiado sus ropajes blancos del viernes por una especie de guayabera verde, pero su aspecto sigue encuadrando al radical que lleva dentro y que no se molesta en ocultar.

-Quítenle los grilletes, como siempre...

Gómez Bermúdez, que el viernes cortó la declaración de Kamal cuando más interesante estaba, le da la palabra al abogado de la acusación Gonzalo Boyé. -¿Cuánto tiempo estuvo usted con Mohamed Afallah en Turquía?

Trae preparadas 98 preguntas, todas muy concretas y con un fin muy claro: demostrar que Kamal es un fabulador, un cuentista, un mentiroso, alguien que con un dato cierto -convivió con Afallah, uno de los huidos de Leganés- y mucha afición a la lectura de prensa se ha ido construyendo una teoría para culpar a los muertos y a los confidentes e intentar sacar del apuro a sus hermanos encausados. El abogado Boyé va dejando caer sobre Kamal las 98 preguntas, una tras otra, a un ritmo endiablado. Con la complicidad de Gómez Bermúdez va impidiendo que el testigo se vaya por los cerros de Úbeda. Le obliga a lo concreto y ahí Kamal, un maestro de lo abstracto, suspende clamorosamente. Incurre en varios fallos muy claros -un hotel que no existe, una furgoneta que no hizo el viaje que él dice, un salto milagroso desde un cuarto piso- y su testimonio, que pretendía ser de descargo para los acusados, se va convirtiendo brutalmente en una prueba de cargo: un inocente nunca necesita una maniobra así.

El final es de película. El abogado, crecido, tiene al testigo contra las cuerdas. Le hace caer en una contradicción sobre el tráfico de explosivos. Kamal titubea.

-Verá... Los últimos explosivos los trajeron en dos coches...

-Eso, ¿cuándo se lo explicaron? ¿Este fin de semana...?

-Sí, así es.

-No hay más preguntas.

Rafá Zouhier, durante la vista celebrada ayer en la Audiencia Nacional.
Rafá Zouhier, durante la vista celebrada ayer en la Audiencia Nacional.EFE

LA POLICÍA ITALIANA RETRATA A EL EGIPCIO

El islamista preso Kamal Ahbar siguió con su versión del 11-M: dijo que Abdelmajid Bouchar no estuvo en Leganés con los suicidas, que no tiene relación con los atentados y que Said Berraj no participó porque "en base a la legislación islámica no se puede atentar contra civiles, pero tuvo que huir porque su foto salió publicada", dijo

Kamal Ahbar: "Me dijeron que ninguno de los acusados tenía nada que ver con los atentados, salvo la trama asturiana"

Uno de los policías italianos que detuvieron a El Egipcio declaró que la operación se aceleró al descubrir "que había un proyecto de atentado en un plazo máximo de 20 días"

El Egipcio hablaba "dentro de un contexto general que era la yihad violenta y las operaciones de martirio, en las que le contaba a [un joven llamado] Yahia sus experiencias en Afganistán y Siria"

"En su delirio", según los policías italianos, El Egipcio dijo: "En mi opinión, todos los países que apoyan a Estados Unidos terminarán como Aznar (...) Tras los hechos sucedidos en la estación de Atocha, todos, los árabes, los españoles, salieron a la calle llamando asesino a Aznar (...) Estoy inmensamente feliz de que haya caído el gobierno del perro Aznar (...) Madrid es una lección para Europa"

El Egipcio, según los policías italianos: "Zapatero, éste que ha llegado ahora, ha sido muy astuto, porque ha entendido enseguida el valor de los árabes y apenas entrado en el cargo ha abierto un diálogo con árabes y marroquíes"

LA FÁBULA DE UN ISLAMISTA

El preso por terrorismo incurre en contradicciones

Kamal Ahbar, el yihadista que declaró el viernes que los atentados de Madrid se gestaron en Valencia y que exculpó a los supuestos autores materiales de la matanza, queda desacreditado por las pruebas.

Detalles de la detención de Rabei Osman, 'El Egipcio'

Uno de los cargos policiales italianos que intervino en la detención de El Egipcio detalló ayer en el juicio el fruto de la investigación sobre el procesado por el 11-M.

"Estoy feliz de que haya caído el perro Aznar"

Los policías italianos relataron cómo El Egipcio, "en su delirio", culpó a Aznar de los atentados, y dijo que fueron "una lección para Europa".

LA VISTA AL DÍA

La cúpula de la Guardia Civil en Asturias testifica sobre el tráfico de dinamita

Los principales mandos de la Guardia Civil en Asturias declaran hoy para aclarar la investigación sobre la trama de tráfico ilegal de Goma 2 ECO procedente de las minas. Entre los testigos estará el máximo responsable entonces del Cuerpo en Asturias, Pedro Laguna.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_