La Unió de Periodistes premia la lucha contra la censura
Los trabajadores de Telemadrid e Info TV recogen los galardones
La censura tiene muchas caras y la Unió de Periodistes premió ayer la resistencia frente a dos de ellas: La de los trabajadores de Telemadrid, por su "defensa de una televisión pública de calidad" no instrumentalizada "por el gobierno de turno"; y la del reportero polaco Witold Krasucki, amenazado de muerte por destapar casos de corrupción política en su país. La Unió distinguió también "el rigor" de Info TV.
La presidenta de la asociación, Amparo Bou, condenó durante su intervención en la entrega de los premios la "manipulación informativa y el uso partidista" de Radio Televisió Valenciana, el boicot declarado por el Partido Popular al grupo Prisa, editor de EL PAÍS y a la decisión de cortar la señal de TV3 en el territorio valenciano. "Ejemplos, todos ellos, de falta de libertad de expresión", afirmó.
El presidente del Comité de Empresa de Telemadrid, José Ángel Jiménez, celebró recibir un reconocimiento "tan importante después de tres años de lucha". El enfrentamiento entre la dirección de la cadena pública madrileña y una parte de sus empleados ha supuesto, dijo Jiménez, el despido de uno de los trabajadores y una represión "muy dura" contra los representantes de la plantilla.
Por Info TV, premiada por "el rigor informativo de un proyecto surgido de la sociedad civil valenciana", recogió el galardón su director, Juli Esteve. El periodista explicó que el nacimiento de la cadena se debió al deseo "de una serie de profesionales de expresarnos libremente y porque veíamos la necesidad que tenía una parte de la sociedad" de acceder a nuevos medios.
El testimonio más inquietante lo dio Witold Krasucki, quien aseguró haber sufrido "amenazas, ostracismo y persecución" por denunciar casos de corrupción en Polonia; "probablemente no vuelva a ejercer el periodismo", añadió. El reportero criticó duramente a los hermanos Kaczynski, los gemelos conservadores que ocupan las jefaturas del Gobierno y el Estado polaco, a quienes acusó de ser personas "espiritualmente muy pequeñas".
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