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Reportaje:Elecciones 27M

Lo que la sexta se llevó

La legislatura que termina ha estado trufada de calamidades y alegrías deportivas

Miquel Alberola

La sexta legislatura empezó el 12 de junio de 2003 con una plaga de polillas en Valencia. También acababa de morir el fotógrafo Gabriel Cualladó y el Ministerio de Fomento de Francisco Álvarez Cascos dejaba sin ancho europeo la conexión entre Castellón y Tarragona en la licitación de los estudios del AVE. A tono con ese preludio, el nuevo presidente de las Cortes Valencianas, Julio de España, se negaba a usar el valenciano en su primer discurso. Pero no todo eran malas noticias. En esos días Pego convertía el fin de Carlos Pascual en la alcaldía en una fiesta de la democracia. Aparte de devastar el marjal, había dejado en los plenos municipales máximas del tipo "cada vez que tú me cabreas me da un orgasmo". Y laconismos como "maricón" y en ese plan. Se fue entre abucheos.

Más información
Una campaña sin Zaplana

Ese verano, en el que Xàtiva alcanzó los 46 grados, los números rojos de Terra Mítica encendieron más las temperaturas y el Informe Van Miert causó una inversión térmica dejando a la Comunidad Valenciana fuera de las redes transeuropeas. Fue en esos días cuando afloraron los primeros síntomas de la ruptura entre el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y su antecesor, Eduardo Zaplana. Sobre ese pedestal se iría desarrollando una legislatura que dejaría muchas alegrías y tristezas. Éstos son algunos de sus flases.

ATRIUM BEACH

Urbanismo al rojo vivo

La muerte de tres trabajadores a mediados de septiembre de 2003 en un edificio sin licencia de La Vila Joiosa afloró una de las consecuencias de la aceleración urbanística de la Comunidad Valenciana, en la que cada inspector de trabajo tenía asignada la misión imposible de controlar cerca de 2.000 obras y 25.000 operarios. El hotel Atrium Beach, con un exceso de volumetría de 11 plantas (53.000 metros cuadrados) se erigiría como el paradigma del desbarajuste del urbanismo valenciano. Las obras se realizaron sin licencia ante la pasividad del Ayuntamiento y las tres muertes obligaron al Consell a paralizarla, imponer una "sanción ejemplar" de 12 millones de euros y ordenar la demolición de sólo 14.470 metros cuadrados. Sin embargo, la legalización de la obra por parte del Ayuntamiento puede dejar la multa en apenas 600.000 euros en virtud de la nueva ley urbanística valenciana.

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DOBLETE

El Valencia hace leyenda

El 9 de mayo de 2004 el Valencia de Rafa Benítez cantó el alirón en Sevilla. Dos años antes se había proclamado campeón de Liga, como consolidación de una dinámica ascendente que había iniciado en 1999 al ganar la Copa del Rey y que le había llevado dos veces consecutivas hasta la final de la Champions Leage. Miles de seguidores celebraron la gesta por las calles con una liturgia que se repetiría unos días después tras derrotar al Olympique de Marsella en Gotemburgo y erigirse en Campeón de la Copa de la UEFA. El Valencia vivía su edad de oro y su nombre todavía no se había asociado al pelotazo.

LA TODOLELLA

Funesto cumpleaños

La fecha del 6 de febrero de 2005 quedará para siempre tatuada en la memoria de las comarcas de Els Ports y El Maestrat. Entre las 8.30 y las 9.30 murieron 18 personas por inhalación de monóxido de carbono al utilizar una estufa de uso industrial para exteriores en el interior de una habitación del albergue de La Todolella. Habían estado celebrando el cumpleaños de su amigo Bartolo durante la noche y la madrugada. Como la calefacción del establecimiento no funcionaba, porque las heladas habían hecho estallar las cañerías, alguien decidió llevarse una estufa industrial propia de granjas que precisaba mucha ventilación para la correcta combustión.

LA LÍNEA DE LA MUERTE

43 víctimas en el metro

Otra catástrofe de grandes dimensiones difundió el nombre de Valencia por el mundo el 3 de julio de 2006. Un convoy de metro de la línea 1 descarriló a la entrada de una curva al aproximarse a la estación de Jesús. El metro circulaba al doble de la velocidad permitida en ese tramo y al carecer de un sistema de frenado automático no se pudo evitar el accidente en el que murieron 43 pasajeros. La única inversión en cinco años en ese túnel había sido la instalación de radiotelefonía. El acontecimiento abrió un hondo debate sobre las inversiones del PP en grandes fastos e infraestructuras básicas, y aunque la justicia archivó el accidente sin investigar la seguridad han quedado muchas heridas abiertas y preguntas sin respuesta. Por ejemplo: ¿por qué en una ciudad tan moderna ocurre un accidente tan tercermundista?

EL PAPA

Pulso contra el Gobierno

La visita del Papa a Valencia fue concebida por el PP y el Opus Dei como un pulso contra el Gobierno, sin embargo el Santo Padre aplacó la tensión que esos días existía entre los obispos y el Ejecutivo socialista, al que evitó cualquier reproche. La visita, enmarcada en el V Encuentro Mundial de las Familias convulsionó la ciudad por su impacto en el tráfico y la visita de miles de peregrinos, unos 250.000, que el recuento del Ayuntamiento convirtió en 1,5 millones. No fue ésta la única cifra controvertida que suministró la visita del Papa a la ciudad, ya que el Consell ha estado evitando explicar cuánto dinero costó el acontecimiento al erario público. Con medio año de retraso informó de que sólo pagó el 10% del evento (1,9 millones de euros), calculado por la organización en 20. Al margen, quedaba el presupuesto de la organización, participada por la Generalitat, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia y el Arzobispado.

COPA DEL AMÉRICA

Valencia se abre al mar

La designación de Valencia como sede de la 32ª edición de la Copa del América abrió grandes expectativas para la ciudad y creó una oportunidad para el consenso entre el PP y el PSOE. Lo segundo no podía ser y además era imposible, como se ha demostrado con en enfrentamiento final entre la alcaldesa Rita Barberá y el ministro de Administraciones públicas Jordi Sevilla. En cuanto a lo primero, el acontecimiento, ha espoleado el turismo, ha creado oportunidades de negocio, ha amplificado el nombre de la ciudad en el exterior y, además, la desafección de la dársena de los usos portuarios ha acercado el mar a la ciudad, que además de un logro urbanístico es un triunfo psicológico.

APOTEOSIS VALENCIANISTA.

El mes de mayo de 2004 figura en un lugar destacado del imaginario de los seguidores del Valencia CF. El equipo vivía su edad de oro y en apenas unos días rubricaba dos campeonatos, el de Liga y el de la Copa de la UEFA.

CATÁSTROFE BAJO EL SUELO.

Un convoy de la línea 1 del metro descarriló al tomar una curva cerca de la estación de Jesús, causando la que hasta ahora es la mayor catástrofe de ferrocarril suburbano de España. El accidente dejó 43 muertos, muchas secuelas psicológicas, varias preguntas sin respuesta y un hondo debate político sobre las prioridades del Consell a la hora de realizar las inversiones públicas.

TRAGEDIA EN ELS PORTS.

El plácido albergue de La Todolella se convirtió en un lugar maldito a principios de febrero de 2005. Tras la celebración de una fiesta de cumpleaños, 18 jóvenes de la zona murieron por inhalación de monóxido de carbono mientras dormían junto a una estufa de uso industrial sólo apta para exteriores. La tragedia conmocionó a una población que pierde jóvenes por la emigración y puso en riesgo una de sus escasas posibilidades económicas como el turismo de interior.

BENEDICTO XVI Y LA FAMILIA.

El Papa Benedicto XVI visitó Valencia con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias, en el que se volcó el Consell, el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia. Su visita provocó muchos entusiasmos y no pocas reacciones bajo el lema 'Jo no t'espere'.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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