La persecución de las ovejas negras
Laura Alvea y José Francisco Ortuño estrenan un cortometraje sobre la obsesión por la salud
Álex es un chico que no encaja con el mundo que lo rodea. Las personas que se mueven a su alrededor están obsesionadas por la salud y el culto al cuerpo. Álex es excluido por la gente. Incluso su novia lo desprecia. Acaba por aprender que la sociedad hace pagar muy cara su osadía al que se atreve a aplicar a su vida unas reglas de juego diferentes. Éste es el planteamiento del cortometraje Cielo sin Ángeles, de Laura Alvea (Sevilla, 1976) y José Francisco Ortuño (Sevilla, 1977), que, tras su estreno hace un mes, recorrerá el circuito de los festivales.
Se trata de una producción de La Zanfoña, Koldo Zuazua y Canal Sur TV de 13 minutos de duración. Alvea y Ortuño, que han trabajado en la televisión y el teatro, realizan una nueva incursión en un terreno que conocen. De hecho, presentaron otro corto, Relojes de arena, en la Mostra de Venecia de 2003 y el MOMA de Nueva York.
Cielo sin Ángeles refleja aspectos enfermizos del mundo actual. La película muestra cómo son perseguidas todas las posturas y opiniones que no comulgan con las ruedas de molino del orden establecido. Sólo son aceptadas las ideas o visiones estéticas seguidas por la mayoría de la gente. El reparto está integrado por Daniel Morilla, Silvia Rey, Víctor Carretero y Álex O'Dogherty.
"En 1997, me dedicaba al teatro y escribí una obra, Cielo sin Ángeles. Esa obra no la estrené. Se quedó en el cajón. Retomé el proyecto en 2003 a petición de Gervasio Iglesias, productor de Relojes de arena. Nos pidió si teníamos algún proyecto relacionado con la ciencia ficción. Y aportamos Cielo sin Ángeles", relata Ortuño. "Tuvimos que adaptar casi 120 páginas de la obra teatral a las 13 del guión del corto", puntualiza Alvea.
"La obra teatral era una reflexión de hacia dónde vamos con esta obsesión por la salud, con la proliferación de gimnasios, con el culto desmedido al cuerpo... Lo difícil era no traicionar eso y contar lo mismo en 13 páginas", evoca Ortuño. "Buscábamos quedarnos con la esencia", recalca Alvea.
"Hoy en día se intenta vencer a la naturaleza. Los fumadores ya son como una especie perseguida. En este mundo lo que está prohibido es estar enfermo. Si alguien se pone enfermo lo aislan hasta que recupera la salud. Está en la naturaleza humana descartar a las ovejas negras. Se discrimina a los individuos que son diferentes. Dentro de 30 años a cualquiera que no esté en su peso ideal lo van a detener en la calle", comenta Ortuño.
Los dos cineastas intentaron huir de lo que consideran común en este tipo de películas y dar un sesgo novedoso a su proyecto. "Normalmente, estas historias se contaban desde un punto de vista trágico, oscuro y tenebroso. Y nos planteamos contar nuestra historia desde el punto de vista de la comedia. Queríamos contarla desde un punto de vista cómico, con mucha luz...", explica Ortuño. "Es una comedia de ciencia ficción", resume Alvea.
"Por encima de todo está la ciencia ficción, que está abordada desde un punto de vista más irónico de lo habitual", agrega el director. "Jugamos con lo artificial. No hay exteriores, no hay luz del día. Hemos creado un ambiente agobiante en la película", interviene Alvea. "Normalmente, en el cine, para crear claustrofobia se tiende a una oscuridad opresiva y no tiene por qué ser así. Uno puede sentirse agobiado en un espacio más abierto, más luminoso, más claro", añade Ortuño.
Ambos cineastas coinciden en que Relojes de arena y Cielo sin Ángeles son historias para las que era fundamental ser contadas en un corto. "Ninguno de los cortos lo hemos planteado para ver si a partir de ahí hacemos un largometraje", dice Ortuño. "Hay proyectos de largometraje, pero no descartaríamos que siguiésemos haciendo cortos. Llevamos casi 10 años trabajando juntos. Empezamos en la radio, hicimos teatro, publicidad... Nos entendemos con miradas", señala Alvea. "Sabemos cuál es la parcela de cada uno", agrega Ortuño.
Los dos cineastas hacen hincapié en el magnífico equipo con el que han contado para dirigir el corto: la dirección de fotografía de Álex Catalán; el montaje de Mer Cantero... Cielo sin Ángeles se estrenó en los cines Nervión Plaza de Sevilla hace un mes. El corto se enviará a la Mostra de Venecia y a los festivales de San Sebastián y Gijón.
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