Hoy soy 'dj'
Siempre había soñado con estar en una fiesta donde sonasen todas las canciones que me gustan y lo acabo de conseguir. Los de la sala Razzmatazz me han invitado a hacer de dj.
La gran noche es el sábado. Pincho en la sala Pop Bar junto con mi músico preferido, Àlex Torío, que tiene un gusto musical excelente y una estupenda colección de discos, por lo que, de vez en cuando, hace sesiones de música muy especiales (como la que dedicó no hace mucho a David Bowie, también en Razzmatazz). Las condiciones de los programadores de la sala son muy lógicas. La música que pongamos tiene que ser bailable y de calidad. (Desde luego, no se nos ocurriría poner a Andy y Lucas, por ejemplo.) Empezamos a las tres de la madrugada, pero a las dos ya estamos allí con nuestra fardona maleta plateada llena de CD. Incluso tenemos un camerino con bebidas y un sofá a nuestra entera disposición.
Pero lo primero que hacemos es subir a la sala Rex, donde pincha el DJ Buenavista. Buenavista es un gran disc jockey y siempre que pincha tiene alrededor una legión de fans, entre los que me cuento. Al terminar su sesión, se baja hasta el Pop Bar para escuchar la nuestra. Antes, el DJ Batidora ha estado pinchando música actual. Nosotros seremos más clásicos.
Me pongo los cascos en una de las orejas, en plan profesional, y ya dejamos que suene la primera canción. Es Rain maker, de un disco del año 1995 de Sparkle horse. (Les pongo los títulos por si tienen curiosidad por escucharlos, si es que no los conocen). Este tema nos sirve para empezar a hacer un pequeño recorrido americano. Ponemos un tema de Wilco y también la gran canción Suffle your feet de Black Rebel Motorcycle Club. Pero nos vamos enseguida al primer clásico americano: Tim Buckley, con la canción Move with me, del disco Greetings from L.A. Es muy divertido ver a las chicas subidas al escenario bailando y cantando. Algunas canciones no las conocen, otras, por supuesto que sí. También es muy divertido ver cómo de vez en cuando viene alguien a la cabina para hacer peticiones. Y es cierto que alguna vez, en Razzmatazz, he visto como al pobre dj le pedían cosas infernales. Pero hoy parece que la gente tiene ganas de escuchar cosas buenas y piden temas que teníamos pensado poner.
Entonces, Torío decide hacer un pequeño salto. Pone Young Americans, de David Bowie, que al ser del disco americano de un inglés nos sirve para irnos hasta Gran Bretaña. Una vez allí, ponemos unas cuantas canciones guitarreras. Por ejemplo, el estupendo disco Up the bracket, de The Libertines. Y después, unos clásicos como Housemartins, porque, según Torío, "así no olvidamos de dónde viene el sonido de The Libertines y el de The Strokes, que también hemos puesto".
Yo soy una gran fan de Radiohead, pero mis canciones favoritas, del increíble Ok Computer, son poco bailables. Así que ponemos uno de sus grandes hits, Creep, y la gente baila y canta de una manera emocionante: "I wish I was speciaaaal, you're so fuckin' speciaaaal, but I'm a creep, I'm a weirdoooo". Pero ahora viene una fase más discotequera. Después de pinchar algo del disco Lust for life, de Iggy Pop, ponemos Miss you, de The Rolling Stones y un gran tema de Frank Zappa que yo nunca había escuchado a este volumen, porque ya se sabe que en pocos lugares públicos ponen música de Zappa. El tema elegido es 50/50 del disco Overnite sensation, creo que del año 1973. Y, claro, ponemos a una mujer de gran talento como Janis Joplin. Elegimos el tema Move over, del disco Pearl. Y un poco de pop con Nick Drake, para seguir con una canción de la década de 1970 de The Rolling Stones, y que sin embargo tiene un sonido moderno y actual: Out of time. Por petición popular ponemos The Pixies y también Get back de The Beatles, que la gente baila con gran desmelene. Más tarde, Smells like teen spirit, del disco Nevermind, de Nirvana (ese disco en el que se ve a un bebé dentro del agua). Y como a Torío le gusta mucho Afghan Whigs, dejamos sonar un tema del disco Gentlemen. Él tiene el disco dedicado por su cantante, Greg Dully, de cuando ambos tocaron en el festival Summercase. Me alegra decirles que viene a la cabina un chico que nos dice que es fan del grupo y que en ninguna discoteca se pone ya música así. Y después suena Blind Melon, más tarde la canción Imitation of live, de R.E.M, y todavía más tarde, Mercury rev, para tranquilizarnos un poco.
Pero, para que no se diga, también pinchamos canciones que tengan algo de electrónica. Por ejemplo, Flaming lips y la primera canción de Björk en solitario: Human behaviour. Luego, Heroes, de David Bowie y a continuación el tema Heaps of sheeps de Robert Wyatt, que interpreta con Brian Eno (que es también productor de Heroes, me dice Torío). Naturalmente, ponemos la canción Anònima in albis, del inmenso Adrià Puntí, de su precioso disco Pepalallarga. Y a este volumen suena muy bien. Luego, en un momento en que Torío se va al lavabo, pongo una de sus canciones que más me gustan: Rock bottom, del álbum Magic wand side effects.
Al terminar la sesión, los camareros nos ofrecen chupitos de whisky mientras recogen. Un chico de unos 20 años viene a decirnos que nunca había oído a David Bowie y que le ha parecido una revelación. Me imagino a mí misma descubriendo por primera vez a David Bowie. Qué alegría de noche.
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