_
_
_
_
_
Caos en la capital

Madrid sucumbe a la lluvia

Una tromba de agua inunda un túnel de la M-30, el segundo en tres días que debe cortarse

Las infraestructuras de la capital sucumbieron ayer ante una tromba de agua que, aunque intensa en algunos momentos, apenas duró media hora en los barrios que más la sufrieron. Primero cayó lluvia. Luego granizo. En pocos minutos, uno tras otro, los equipamientos dejaron de funcionar. El nuevo túnel de la M-30 que enlaza con la carretera de Valencia, el paso inferior de María de Molina en sentido A-2, los semáforos de 200 cruces, la nueva estación de metro de Bambú... La tromba empezó a las cinco de la tarde. Pero media hora más tarde, pasada la tormenta, no llegó la calma, porque comenzaron las llamadas a los servicios de emergencia. En total fueron 260 los avisos recibidos entre las cinco y las siete de la tarde; el triple de lo que se hace en una jornada de diez horas de un sábado normal.

El metro de Bambú, inaugurado hace quince días, cerrado por una inundación
Los servicios de emergencia recibieron 260 avisos por la tormenta, de media hora
Más información
Un náufrago bajo tierra

El problema principal se concentró en el túnel de la M-30 que enlaza con la A-3 en sentido salida, en donde se formaron balsas de agua tanto a la entrada como a la salida. Hasta allí se desplazó el servicio de emergencias de Madrid Calle 30, que trabajaron durante toda la tarde para achicar el agua. Pese a que no se permitía el acceso a la prensa y las luces de la parte inundada estaban apagadas, desde el exterior se podía ver el enorme charco de agua provocado por la lluvia. Sobre las 00.30 de hoy, el ayuntamiento no estaba en disposición de afirmar si el túnel ya estaba abierto o no.

"La tromba de agua ha afectado al túnel igual que lo ha hecho a otras grandes infraestructuras de la región", aseguró la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez. Con el recuerdo de la cascada de agua del pasado jueves en otro de los nuevos túneles, a la altura de San Pol de Mar, Martínez descartó cualquier relación entre ambas inundaciones. "El del jueves fue un problema por una avería, hoy [ayer para el lector] ha sido provocado por la gran cantidad de agua que ha caído en poco tiempo", dijo. Martínez también pidió "prudencia" a los políticos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Lo hizo en respuesta a las declaraciones de los líderes de la oposición. El candidato del PSOE a la alcaldía, Miguel Sebastián criticó que "una infraestructura en la que se han invertido más de 6.000 millones de euros no aguante una tormenta primaveral", y apuntó que sería "caótico" si sucede un día laborable. Inés Sabanés, de Izquierda Unida, denuncio "la prisa" del Ayuntamiento por abrir los nuevos túneles de la M-30.

El de la A-3 no fue el único problema de la tarde. El paso inferior de María de Molina en sentido A-2, el acceso desde la M-30 a la avenida de Miraflores y un carril que se cortó en el subterráneo de Ventisquero de la Condesa estuvieron cerrados hasta las ocho y media de la tarde.

La tromba de agua se dejó sentir especialmente en la zona este de la ciudad. Los distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Ciudad Lineal, San Blas, Hortaleza, Chamartín y Fuencarral concentraron el 75% de las actuaciones de los Bomberos del Ayuntamiento. En total fueron 45 las salidas que realizaron. Inundaciones en garajes y sótanos, caída de falsos techos y de ramas de árbol fueron los motivos principales de sus actuaciones.

La ampliación de la línea 1 del metro por el norte de la ciudad, inaugurada hace dos semanas, sufrió ayer los efectos de la lluvia. La estación de Bambú quedó anegada de barro por el derrumbe de un muro adyacente a la entrada al suburbano. Ocurrió alrededor de las cinco de la tarde. Aunque no llegó a cortarse el paso de trenes, éstos no se detenían a recoger o dejar viajeros. En la calle, el aspecto era desolador. Un muro centenario había reventado por completo. La pared había sido empujada por una montaña de arena encharcada.

Los cascotes ocupaban toda la calzada y olían a podrido. Decenas de vecinos miraban curiosos el trabajo de los bomberos. "Parece que ha sido un colector, que se ha rebosado", decía uno. El jefe de bomberos lo explicó así: "El colector estaba atascado y el agua ha empujado el muro abajo".

Felipe Orquin, vecino de la zona, se quejó de las obras. "Ese muro lleva muchos años en pie y nunca había pasado nada. Se ha caído ahora porque han hecho mal los trabajos", aseguraba. José María Pinar, otro residente, relacionaba lo ocurrido con las prisas electorales por abrir el metro. "Vinieron a inaugurarlo y mira ahora", decía mientras señalaba el muro, ya dinamitado por el agua. En la consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid desmintieron tajantemente ser los responsables. "Es un problema del exterior, de unas tierras que se han movido, pero no tiene nada que ver con Metro", dijeron. La portavoz aseguró que a Metro le parece "increíble que se diga que tenemos prisa por inaugurar cuando sucede algo exterior a la empresa. Querer relacionar el metro con lo sucedido es ridículo".

Los bomberos trabajan junto a la estación de metro de Bambú para desescombrar la zona.
Los bomberos trabajan junto a la estación de metro de Bambú para desescombrar la zona.GORKA LEJARCEGI

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_