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Un hombre mata a su padre y hiere a su madre en Sevilla

El detenido dejó de tomar su medicación para la esquizofrenia

Un hombre murió ayer desangrado a consecuencia de las puñaladas asestadas por su hijo en el barrio sevillano de La Oliva. La madre también recibió varios cortes en la refriega. El supuesto parricida llevaba varios días sin tomar la medicación para tratar la esquizofrenia que sufría, según fuentes del servicio de emergencias. El hombre está ingresado en la unidad psiquiátrica del hospital Virgen del Rocío.

Antonio R. D., de 77 años, murió ayer tras recibir varias puñaladas asestadas por su hijo, Antonio R. R., de 52 años. La madre también sufrió diversos cortes en las manos y el cuello al intentar proteger a su marido. A las 8.30, una vecina del número 2 de la calle Getsemaní, en el barrio sevillano de Nuestra Señora de la Oliva, oyó unos ruidos y gritos de auxilio. Intentó entrar en casa de sus vecinos, un matrimonio y su hijo, pero el presunto agresor le impidió la entrada. "Me puso el cuchillo en el cuello y dijo que también me mataría", cuenta María José, que alertó al 061.

Los vecinos cuentan que la madre gritaba pidiendo auxilio y llevaba las ropas manchadas de sangre. En el interior de la vivienda, el cuerpo del padre yacía en la cocina rodeado de sangre. Según todas las versiones, el presunto agresor la emprendió a puñaladas con su padre tras una discusión. Cuando los efectivos llegaron, el padre había muerto desangrado. La causa principal fue una profunda incisión en la ingle causada por arma blanca. Tanto el hijo como su madre fueron atendidos por los cortes producidos en la refriega y por presentar una crisis de ansiedad. El presunto parricida, una vez detenido, fue trasladado a la unidad psiquiátrica del hospital Virgen del Rocío, donde se encuentra custodiado por la policía. Allí será examinado por un médico psiquiatra y tratado de su dolencia.

Sobre las 13.00, la esposa del fallecido acudió a la vivienda acompañada de su hija. Ambas se mostraban aturdidas pero serenas. La mujer presentaba un corte en el cuello que había recibido al tratar de auxiliar al fallecido. La hermana aseguró que habían solicitado un centro de internamiento para poder tratar a su hermano por su enfermedad pero que es un proceso "lento" porque hay "mucha lista de espera". El agresor no tenía antecedentes penales y las dos mujeres aseguraron que no esperaban algo así. "Los familiares no deberían hacerse cargo solos de una persona con estos problemas", matizó la hermana.

Al parecer, el supuesto parricida había dejado de tomar hace días su medicación. David, el vecino del piso inferior, que también acudió a la llamada de socorro de la madre, indicó que el hombre había llegado hace poco de la Feria de Abril, que se celebra estos días en la ciudad. "Cuando llegó la policía se le oía tranquilo", relató, "decía que él no había sido, que eran sus padres quienes habían ido a por él".

Los vecinos del inmueble aseguran que nunca habían tenido problemas con la familia. "Los padres salían poco porque son mayores, pero a él sí le veíamos entrar y salir", cuentan. Al hijo del matrimonio le describen como una persona callada que siempre iba "con la cabeza gacha". "No le teníamos miedo, algo de respeto sí porque se le veía un poco raro y no saludaba", explica David.

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