Cientos de personas impiden cerrar las emisiones de TV-3 en Alicante
El Gobierno de Camps pretende precintar todos los repetidores
TV-3 se sigue viendo en Alicante. Más de 300 personas se concentraron ayer, pese a la intensa lluvia, en el puerto de la Carrasqueta, en Xixona, para impedir a los agentes de la policía autonómica y a los funcionarios de la Generalitat valenciana cumplir el fallo del juez de Alicante que permitía el cierre del repetidor. El Gobierno que preside Francisco Camps, del PP, pretende clausurar todos los repetidores.
"Misión cumplida, el esfuerzo ha servido para algo", comentaban varias de las personas que desde las diez de la mañana empezaron a congregarse en el repetidor que Acció Cultural del País Valencià (ACPV) tiene en la parte más alta del puerto de la Carrasqueta, a más de 1.100 metros de altura, en el término municipal de Xixona (Alicante). El Gobierno valenciano anunció que a las once de la mañana funcionarios de la Generalitat y la Policía Autonómica procederían a la clausura del repetidor que permite la recepción de TV-3 en las comarcas del sur de la Comunidad Valenciana.
La intensa lluvia no impidió que más de 300 personas, dotadas con paraguas y chubasqueros, se pertrecharan junto al repetidor a favor de la libertad de expresión, contra el cierre de la instalación, y mostraran "resistencia pacífica". Minutos después de las once llegaron dos vehículos de la policía autonómica y de la Guardia Civil para precintar la antena. Pero dieron marcha atrás cuando comprobaron la cantidad de gente que se oponía al precinto. Media hora más tarde regresó la policía con un funcionario y con técnicos de una empresa especializada. Los manifestantes se encerraron en la parcela y bloquearon la puerta de acceso al repetidor, al tiempo que gritaban: "Volem TV-3, Canal 9 no val res" ("Queremos TV-3, Canal 9 no vale nada").
Ante la oposición de los concentrados, el funcionario y los agentes regresaron a sus vehículos y se limitaron a redactar un acta en la que alegaron que, al encontrar "resistencia con violencia", no pudieron ejecutar el auto judicial. Minutos después, la manifestación se disolvió. Eliseu Climent, presidente de Acció Cultural, manifestó su satisfacción al haber conseguido que se mantenga la emisión, pero criticó la actitud "franquista e intolerable" del PP, que exige prohibir las emisiones del canal catalán. "La batalla quizá la perdamos, pero ganaremos la guerra", vaticinó Climent. Mientras el juez de Alicante permitió el cierre del repetidor, la juez de Valencia negó a la Generalitat valenciana el acceso para precintar las emisiones en esa provincia. A la protesta se sumaron representantes del PSOE, IU, Bloc y ERC.
El portavoz del Consell, Vicente Rambla, insistió en que los repetidores no son el instrumento para legalizar las emisiones. El consejero de Medios de Comunicación catalán, Joan Manuel Tresserras, recordó que los dos Gobiernos mantienen negociaciones y apeló a una "solución sólida y a largo plazo".
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