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'Los monstruos de la razón' de Masson, en Santiago

¿Cómo respondería André Masson a las grandes preguntas que formuló Goya en su obra? Este es el punto de partida de la exposición André Masson. Los monstruos de la razón, que se inauguró ayer en la sede de la Fundación Caixa Galicia en Santiago. Medio centenar de dibujos y 20 estampas descubren el fascinante universo de un artista inicialmente vinculado al movimiento surrealista -que acabó abandonando por sus discrepancias con André Breton-, pero que atravesó diversas etapas creativas, Su obra sobre papel está muy marcada por la influencia de las series de grabados de Goya, que ahondaban en el horror de la guera y en los aspectos más oscuros de la condición humana.

Masson vivió durante dos años en España, entre 1934 y 1936, que se convirtieron en decisivos para su trayectoria. Durante el recorrido por la exposición pueden verse varias obras en las que el pintor francés expresa su fascinación por iconos de la cultura española como los toros. El té en casa de Franco, un dibujo realizado en 1938 en el que se ataca al dictador español y a la condescendencia de las potencias europeas con él, es un reflejo del interés de Masson por el destino de España cuando ya había abandonado este país, en el que habían nacido sus dos hijos, a los que llamó Diego y Luis en honor a Velázquez y Góngora.

Según explicó el comisario de la exposición, José Miguel Medrano, las obras presentes en la muestra, nunca exhibidas en España hasta ahora, permiten comprobar la evolución de estilo y temática en un artista que comenzó realizando dibujos con una clara inspiración surrealista y que acabó interesándose por la abstracción, aunque en su obra sobre papel siempre tuvo alguna conexión con aspectos de la realidad que le preocupaban.

Tras la invasión de Francia por las fuerzas alemanas en 1940, Masson se exilió en Estados Unidos durante cinco años y su estilo dio un nuevo giro hacia la abstracción, que acabó teniendo una gran influencia en el expresionismo abstracto norteamericano, como reconoció el propio Jason Pollock.

Pintura y escritura están muy unidas en la obra de Masson. En las obras que pueden verse en Santiago se reflejan su obsesión por la construcción de un nuevo modelo humano, tras los horrores de las guerras que asolaron Europa en la primera mitad del siglo XX.

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