Iberdrola, abierta a operaciones "de cualquier calado"

Iberdrola, culminada la compra de la escocesa Scottish Power por 17.100 millones de euros, está abierta "a toda clase de operaciones de cualquier calado". Así lo dijo ayer su presidente, Ignacio Sánchez Galán, que adelantó los ejes de la nueva Iberdrola-Scottish: apuesta por el gas y su almacenamiento y la energía eólica. Iberdrola ganó hasta marzo 458 millones, un 13,6% más, a pesar de una caída de ingresos del 8,8%.

Exultante y recién cumplido el año como presidente de Iberdrola, Sánchez Galán mostró ayer en Valencia, donde ha reunido a las cúpulas de Iberdrola y de la recién adquirida Scottish Power, por qué se ha ganado cierta fama de arrojado. El mensaje que lanzó quedó claro: cerrada una operación, la de Scottish, con la que ha entrado en la liga de las grandes eléctricas europeas (sólo por detrás de EDF y E.ON por capitalización y deuda), Iberdrola no descarta nada.

"Estamos absolutamente abiertos a toda clase de operaciones con cualquiera de las empresas fuera y dentro de nuestro país que puedan añadir valor", aseguró Galán. Con un matiz: en España tendrán que cambiar mucho los planteamientos del Gobierno, poco favorables a las uniones empresariales, para que Iberdrola considere, por ejemplo, una posible fusión con Unión Fenosa (compañía controlada por ACS, principal accionista también de Iberdrola).

"Pero el mundo no se acaba en los Pirineos", aseguró Galán, quien destacó que Iberdrola "tiene músculo financiero para operaciones de cualquier tipo de calado". Ese músculo contiene, entre otras, las siguientes cifras que manejó Sánchez Galán: valor del nuevo grupo (capitalización más deuda) de 67.000 millones; 21.000 millones de recursos propios y 6.000 millones de participaciones en sociedades que no forman parte estricta del negocio, con plusvalías latentes de 3.500 millones.

Con el futuro abierto, el presente de Iberdrola-Scottish pasa por elaborar un nuevo plan estratégico, a tres o cinco años. Estará listo el 30 de septiembre y, a falta de más precisiones, Sánchez Galán sí adelantó dos grandes líneas de desarrollo: el almacenamiento de gas -con Scottish, la nueva Iberdrola es el tercer almacenista de gas de EE UU- y la energía eólica, el punto fuerte de Iberdrola.

Iberdrola cerró el primer trimestre con un beneficio de 458 millones, un 13,6% más que en el mismo periodo de 2006, pese a que el ingreso cayó un 8,8%, por la moderación de la demanda y la caída de precios en el mercado mayorista. Pese a todo, subrayó Galán, Iberdrola ha elevado el beneficio por la estructura (mix) de su generación (mucho viento y mucha agua), en unos meses en los que ha llovido con fuerza y los parques eólicos han funcionado, así como por la contribución de los negocios de internacional y no energéticos.

La eléctrica pidió ayer permiso a la Comisión Nacional de la Energía para elevar su participación en el gasoducto Medgaz. La petición se produce después de que el organismo amonestase a la empresa por no haberlo solicitado antes.