El Gobierno espera que Conthe dimita el próximo martes

Manuel Conthe se convertirá el próximo martes en el centro de una nueva bronca entre el PSOE y el PP en el Parlamento. El partido del Gobierno espera que el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) presente la dimisión, como prometió, mientras la principal fuerza de la oposición intentará que solemnice ante los diputados que ha recibido presiones del Gobierno en el ejercicio de su labor, sobre todo en relación con las OPA sobre Endesa.

La posibilidad de que el presidente de la CNMV dé marcha atrás ha ido ganando peso

Conthe pidió comparecer ante la Comisión de Economía del Congreso para presentar la renuncia, pero ha sido convocado para explicar la Memoria del organismo correspondiente a 2006. No obstante, se espera que su intervención derive hacia la puja por Endesa, sobre todo porque el PP tiene preparada una batería de preguntas al respecto.

El PP quiere que Conthe acuse al Ejecutivo de apoyar la alianza de Enel y Acciona frente a la OPA de la alemana E.ON. Según fuentes de este partido, le van a exigir que explique todos los incumplimientos que, a su juicio, ha cometido la CNMV durante su mandato referidos a transparencia del mercado, protección de los precios y de los accionistas. En concreto, el partido que lidera Mariano Rajoy le preguntará el motivo de que no haya impuesto sanciones en casos de concertación.

El tiro del PP va directamente al pacto entre Enel y Acciona. En cualquier caso, las mismas fuentes tienen ciertos temores a que el Gobierno impida hablar de la dimisión "porque, de momento, no está en el orden del día".

La intención inicial del PSOE es que Conthe se ciña al asunto previsto para su comparecencia, es decir, a la Memoria; pero el presidente de la Comisión, Antonio Gutiérrez, será flexible a la hora de abordar la dimisión. Las fuentes parlamentarias consultadas advierten, sin embargo, que no están dispuestos a aceptar ningún "chantaje". Su intención es esperar, con la idea de que Conthe acabará presentando la dimisión, como anunció. "Es lo mejor para acabar con esta crisis. Si no lo hace, significa que quiere ahondar en ella y el Gobierno tendrá que estudiar la forma de acabar con la situación de desorientación que ha generado en el seno de la CNMV".

El Ejecutivo había barajado la posibilidad de destituirle. Pero los servicios jurídicos llegaron a la conclusión de que, además de suponer un ataque a la independencia de la institución, esa decisión era recurrible en los tribunales.

La posibilidad de que Conthe dé marcha atrás y no dimita ha crecido durante los últimos días. Así se deduce del contenido de algunas de sus intervenciones y del hecho de que haya pedido la dimisión del vicepresidente, Carlos Arenillas. Las fuentes consultadas mantienen que el presidente de la CNMV se va a basar en que la comparecencia está viciada y que si deja el cargo no se garantiza la independencia del organismo. Es posible que Conthe, ante la estrategia socialista, decida no hablar de dimisión hasta que se convoque una comparecencia específica para ello", insinúa un alto cargo del PP.

Conthe se ha limitado a adelantar, en la segunda carta enviada a Gutiérrez, que daría las razones de su posterior dimisión y haría "reflexiones sobre posibles mejoras pendientes en el mercado español de valores", muchas de las cuales tenía intención de incluir en la presentación del informe de 2006. En esa carta se extiende lo suficiente como para dejar entrever que su objetivo parece estar en poner patas arriba el statu quo de la autoridad bursátil y la relación con el Gobierno.

Conthe se quedó solo en el consejo de la CNMV al tratar de imponer una sanción a Enel y Acciona por el acuerdo alcanzado para lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) sobre Endesa. El aún presidente del supervisor bursátil, según algunas fuentes, manejaba informes jurídicos en los que se reseñaba que habían concertado la OPA, entre otras irregularidades. Conthe, que antes de que se hiciese público el acuerdo había logrado que el consejo de la CNMV aprobase que no podía lanzar una OPA en seis meses, quiso desmontarlo; pero los abogados del grupo hispanoitaliano deshicieron sus argumentos uno a uno en medio de una gran bronca la mañana del lunes 26 de marzo.

La tarde de ese mismo día, convocó una reunión del consejo de forma urgente. Y ahí se quedó solo. La victoria que había obtenido el viernes anterior con el aplazamiento de la OPA sólo fue un espejismo. El lunes nadie votó a su favor. Una semana más tarde -el lunes de Pasión-, Conthe lo volvió a intentar, añadiendo algún argumento más para convencer al consejo de que había que expedientar a las dos empresas, lo que habría evitado la nueva OPA. No se llegó a votar porque todos incidieron en la inutilidad del intento. Las fuentes consultadas insisten en que lo quería Conthe era armarse de razones para anunciar la dimisión metiendo ruido. Nada más y nada menos que involucrando al Parlamento, cuando fue nombrado por el Gobierno. En ese sentido, es más que razonable que no se aprobase su petición y que, ante la insistencia de la mayoría de los grupos parlamentarios, se haya buscado el subterfugio de la presentación de la Memoria.

Lo que no sabía Conthe es que ese mismo lunes, mientras él anunciaba su intención de dimitir, E.ON claudicaba y fumaba la pipa de la paz con Enel y Acciona para repartirse Endesa. Las fuentes consultadas aseguran que Conthe encajó muy mal aquel pacto, toda vez que él se había mojado hasta el cuello y a partir de la alianza el caso se desmoronaba.