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Reportaje:Creadores andaluces

Viaje al fondo del ego

El 'rap' es la nueva canción protesta, un movimiento importado de Estados Unidos que en Sevilla arraigó fuerte

"Soy el mejor rapeando, todo el mundo lo sabe". Tote King lleva ya muchos años en esto de la música rap. Vive en Sevilla, en el mismo barrio en el que se crió. De hecho, ha comprado su casa muy cerca de donde vive su madre. Él, que dice ser el mejor, forma parte de una generación, la que ha hecho el rap grande en España. Y es que antes de ellos, aquí no había nada. El rap español surgió en la calle, escuchando lo que llegaba de Estados unidos (EE UU). Un estilo minoritario que se abrió camino en el mundo de las discográficas a golpe de maqueta.

Los madrileños El Club de los Poetas Violentos (CPV), pueden figurar como los pioneros. Pero el rap surgió en Sevilla. De aquí han salido los grandes grupos, de sus barrios. De la Macarena, Pino Montano, Alcosa. Aquí viven y trabajan cuando no están de gira. Es difícil retratarles sin caer en el estereotipo. Apenas los hay que sobrepasen la treintena, vienen de la clase media y utilizan un lenguaje directo y poético. De la ciudad andaluza han salido nombres fácilmente reconocibles: Mala Rodríguez, SFDK, Haze, Dogma Crew, Jesuly...

Las cifras de ventas demuestran que hoy, el mundo del hip-hop tiene fuerza. ¿Quiénes son estos músicos? ¿Qué es lo que dicen? "Somos un grupo de amigos", explica Tote, "nos reuníamos en las calles de Pino Montano alrededor de una radio y escribíamos letras. Nos respetamos, nos picamos, y de esa competitividad, que es sana, han salido tantas cosas; en Sevilla el movimiento es grande porque durante muchos años hemos trabajado juntos y mantenido esa amistad".

"En los noventa tuvimos los primeros contactos con el rap", recuerda Zatu. Acción Sánchez le escucha. Ambos forman SFDK. Zatu es el Maestro de Ceremonias (MC), el que recita. Y Acción Sánchez, el DJ, quien pone los ritmos. Son un referente del rap español. Han conseguido un disco de oro y vendido miles de copias. Y eso que apenas suena rap en las emisoras de radio. "No sabíamos nada, te pones a investigar, a cambiar cintas. Óscar traía Game Over, una revista especializada de Barcelona, traía discos...", cuenta Zatu. "Quedábamos para ver qué tenía cada uno y con otros grupos de fuera nos enviábamos grabaciones por correo, como con CPV".

Así se asentó en Sevilla la música que llegaba de EE UU. Ahora tiene identidad propia, los más jóvenes tienen como base el variado producto nacional. Y los raperos también. "EE UU no me interesa porque no es mi realidad", asegura Tote. La suya es la de su barrio. Y de eso escriben él y los demás. Lo que piensan, lo que les pasa, lo que imaginan. "Somos unos egocéntricos", resume otro rapero sevillano, Jesuly, que, como el Puto Largo, lo tiene claro: "Cada uno habla de lo que le pasa, no hay un gran mensaje único". Jesuly añade que las letras son directas, transparentes: "Escuchando un disco de un rapper puedes saber mucho de sus ideales, puedes ver cómo ha evolucionado mentalmente". Zatu lo describe como "pequeños diarios".

Las letras son, sobre todo, personales. Entonces, ¿Cómo es posible que el mensaje llegue a tanta gente? "Porque somos todos iguales", dice Zatu. "Eso de que cada uno es único es mentira. No eres único, asúmelo, eres como los demás". El componente de SFDK tiene claro por qué atrae a tanta gente. "Los problemas que hay por ahí son en realidad cuatro o cinco", dice, "si sacas el tuyo, hay dos millones de personas que se sienten identificadas; lo que más llega a la gente es lo más profundo, cuando sacas las entrañas para fuera".

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Quizá por eso son muchos quienes describen el rap como la nueva canción protesta. Muchos jóvenes se identifican con las letras. El Puto Largo tiene temas que hablan de la policía. A Tote King le va meterse con los grandes empresarios. "A mí lo que me importa es por qué el bar de la esquina factura tan poco y el McDonald's, el triple". "Escribo desde el odio", confiesa, "me inspiro con el dolor y el odio; es difícil salir de ahí, pero también aspiro a escribir de manera positiva". Aunque Tote King se declara un desencantado. "Nadie va a venir con un mensaje que cambie la sociedad". Si no a cambiar el mundo, aspiran a llevar este estilo a lo más alto.

El rap, en el fondo, es un egotrip [viaje del ego], "así es como se conoce a la típica canción que no habla de nada. Rimas palabras para ser mejor que los demás, para asombrar a otros, que digan: mira lo que hace este tío, buscas sorprender al que lo escucha, aunque lo ideal es combinar las rimas con un mensaje", dice Tote King. Todo parece moverse alrededor del ego. "El que más rapea aquí, soy yo", termina Tote: "Voy a ser el mejor, no voy a tener piedad, quiero que sea apabullante. Considero esto un partido y quiero ganar a todos".

'Hip-hop'

Muchas veces se llama a este género musical indistintamente como rap o hip-hop. Puede decirse que el segundo engloba cuatro elementos. El graffiti y el breakdance comparten escena urbana con el rapero y el disc jockey.

Festivales

Los festivales ayudaron a popularizar el rap y aún son una buena ocasión para ver reunidos a grandes grupos. En mayo se celebra en Madrid el Cultura Urbana 2007. Mala Rodríguez o SFDK figuran en el cartel.

Discografía

En 1994 El Club de los Poetas Violentos sacaba Zona Bruta, considerado por muchos el pionero. Los sevillanos SFDK estrenan disco, Los Veteranos. Es difícil elegir, pero otra opción es Un tipo cualquiera, de Tote King.

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