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Reportaje:La entrevista ciudadana a Rajoy

"Rajoy es un erudito de la evasión"

Los invitados vieron al líder del PP cercano y moderado, pero poco claro en sus respuestas

De ciudadanos anónimos a focos de atención. Beatriz, Olga y Jordi, entre otros, consiguieron estar ayer en boca de todo el mundo por el simple hecho de preguntar. Claro que no a cualquiera. Al líder de la oposición. Y ante millones de espectadores. Ninguno se ha hecho, eso sí, tan famoso como la jubilada navarra de 53 años que le preguntó a Rajoy cuánto gana.

Violeta Aranguren estaba ayer aturdida, pero contenta. Recién llegada a Andoain (Navarra), lamentaba no haber podido atender todas las llamadas "por falta de tiempo". Eso sí, estaba disfrutando como nunca. "Aún estoy flipando. No esperaba tanto revuelo por esa pregunta. ¡Pero si me dejé la chuleta en casa!". Allí le esperaban sus hijos y su ya famosa pensión de 300 euros. Violeta espera que su irrupción televisiva sirva para cambiar su suerte: "A ver si salgo de la miseria".

En el intermedio, el líder del PP se acercó a Beatriz y le dijo: "Qué dura has sido conmigo"
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Xabier Endika Garmendia fue otro de los que puso contra las cuerdas al líder de la oposición. Suya es la pregunta sobre qué medidas adoptaría el PP para recuperar la independencia del poder judicial. A Xabier, abogado de profesión, le hubiese gustado hablar acerca del proceso de paz en Euskadi. Pero algunos de sus clientes "son de la misma ideología que Rajoy". Y no quería líos. Amante de la historia y de la cultura vasca, tenía muy claro que quería remarcar de dónde venía. De Bilbao. El gabon (buenas noches) con que saludó a Rajoy le delató. "Quise presentarme en euskera porque es una lengua oficial, aunque no esté bien visto". Xabier reconoce que es un privilegiado, porque pudo preguntar, pero lamenta no haber insistido. "Respondió lo que quiso, no a mi pregunta". Y es que el líder de la oposición, dice, "es un erudito de la evasión".

El premio al preguntón de la noche se lo llevó, sin duda, un asturiano de 53 años. Hasta cuatro cuestiones planteó Miguel Ángel Fernández a un Rajoy que capeó como pudo el temporal. "La gente me preguntaba por qué le apreté tanto las clavijas". Quizás porque vivir en Pola de Laviana, una zona agitada por las movilizaciones mineras, imprime un carácter combativo.

Miguel Ángel fue minero hasta que la reconversión industrial lo prejubiló en 1998. Ahora ocupa su tiempo colaborando con asociaciones de ayuda a los enfermos, pese a que cada vez ve menos por culpa de un glaucoma. Por eso apareció en pantalla con gafas oscuras. "Los focos me molestaban mucho", explica. Pocos segundos después de agarrar el micro, se las quitó. No quería parecer descortés. Hablador empedernido, ayer estaba encantado de compartir sus impresiones sobre el programa. Cree que Mariano Rajoy estuvo sereno y comedido, aunque sus respuestas le parecieron "poco claras". A Miguel Ángel también le hubiese gustado participar en la entrevista a Zapatero. Tiene hasta preparada la pregunta. "Querría saber si, como parece, ha renunciado a los ideales republicanos del PSOE". Porque, aunque no tiene "ni un microgramo de pepero", tampoco es socialista. "Soy un obrero que simpatiza con el anarcosindicalismo; creo que este país necesita una CNT fuerte". Su intervención también provocó las mayores carcajadas de la noche cuando espetó al líder popular que le veía muy moderado. El interrogado anduvo ágil y replicó: "Es mi estado natural".

Hay quien piensa, sin embargo, que ese estado natural del que se vanaglorió Rajoy es "pura demagogia, como buen político". Lo dice una estudiante madrileña de 24 años que se tuvo que tomar dos valerianas antes de entrar al plató. Ni con esas consiguió que la voz le dejara de temblar mientras hacía una de las preguntas de la noche: "¿Qué es una persona normal?". Olga Bautista, como sus compañeros, se sentía abrumada por la repercusión e insatisfecha con la respuesta de Rajoy. Esta trabajadora social, amante del teatro y los viajes, fue la segunda en preguntar. Antes, Beatriz Mogrovejo lanzó el primer dardo: "¿Cree que la mentira reiterada es políticamente rentable?". Rajoy no olvidó ni la pregunta, ni su cara. En el intermedio del programa se acercó a ella y la agarró de las manos. "Has sido muy dura conmigo", le dijo. Beatriz se sintió indefensa. Hasta que consiguió soltarse de Rajoy y pudo agitar las manos. "Claro que he sido dura ¡pero no me has contestado!". Cuando acabó el programa, había dudas de quién de los dos estaba más obcecado. El líder del PP se volvió a acercar a ella: "¿No te sentirás ofendida?", preguntó. "Lo que me siento es no respondida, bueno, y enfadada también, pero desde hace mucho tiempo", le replicó esta administrativa de Móstoles.

Quien no tuvo tanta suerte fue Mouniem Hamoudan. El turno de este marroquí, filólogo hispánico de 33 años, llegó al final del programa. A esas alturas el tiempo apremiaba. Los nervios pudieron con él. "Quería saber qué es para el señor Rajoy una sociedad multicultural, cuando su partido alimenta la cultura del miedo en lo que se refiere a inmigración, sobre todo con la gente del Magreb". Mouniem cree que su pregunta no quedó muy clara. Tenía tan mal sabor de boca que le hubiese gustado entrevistar al líder del PP él solo. "Le haría tantas preguntas...".

Sí aprovechó su turno Jordi Monner. Gracias a este editor catalán de 47 años, millones de españoles ya saben que Rajoy no tendría inconveniente en ir a la boda de un hijo suyo aunque su pareja fuese un hombre. Jordi se define como "un gay de a pie", no especialmente militante, y tenía claro que aprovecharía su intervención para echar en cara al PP su "discurso homófobo y catastrofista".

"Decían que el matrimonio gay acabaría con la familia, y ahora hay homosexuales del PP que se han casado". La respuesta de Rajoy, en su opinión, fue "falsa: Alguien le ha dicho que tiene que moderarse, porque vienen elecciones".

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Miguel Ángel Fernández, Beatriz Mogrovejo, Xabier Endika Garmendia y Mouniem Hamoudan.
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Miguel Ángel Fernández, Beatriz Mogrovejo, Xabier Endika Garmendia y Mouniem Hamoudan.

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