"No se ve buen fútbol"

No es capaz de despejar la decepción de su cara aunque ponga todo su empeño en que no se le note. Da la impresión de que Joaquín Caparrós (Utrera, Sevilla; 1955) tiene los días contados en el Deportivo, con el que hoy juega la ida de las semifinales de la Copa del Rey contra el Sevilla de sus amores. Cuando termine la temporada, mucho le tendrá que cortejar Augusto César Lendoiro, el presidente del club coruñés, para que cumpla el año de contrato que le queda. Son demasiadas las promesas incumplidas.

Pregunta. ¿Es feliz?

Respuesta. Muy feliz. Hago lo que quiero, con un entorno maravilloso y disfruto con mi profesión.

P. En la conferencia de prensa de hace tres días pareció triste.

R. Sólo fue por una pregunta que, para mí, no tenía mucho sentido [le preguntaron quién era el favorito en la eliminatoria]. Lo estamos haciendo muy bien en una temporada complicada.

P. ¿Se siente maltratado por la prensa o por la afición?

R. En absoluto, independientemente de que haya habido críticas. Va en la carga de entrenador.

P. ¿Ha terminado su ciclo en el Deportivo?

R. No lo sé. Entiendo que haga esa pregunta, pero no voy a contestar porque, si lo hago, ya doy el titular. No se hablaría de la semifinal contra el Sevilla. Quedan ocho partidos de la Liga y las semifinales de la Copa y el tiempo dirá.

P. El curso pasado se quiso marchar a Osasuna. ¿Se siente defraudado por Lendoiro?

R. No. Hubo una oferta de un club, no se llegó a un acuerdo con el presidente, se olvidó lo que había sucedido y nos centramos en esta temporada.

P. Lendoiro está empeñado en que cumpla el año que le queda de contrato.

R. Hablar de eso ahora sería perder el tiempo.

P. Ahora, el Sevilla.

R. Es un partido difícil. Así lo demuestran sus resultados. Y más en el torneo del KO, que el Sevilla domina bien. Está a un pasito de ser campeón de la Copa de la UEFA. Tiene un poderío físico enorme y mucha calidad.

P. ¿Es Monchi el director deportivo con más ojo?

R. Es un magnífico director deportivo. El mejor, aunque también reconozco el trabajo que Richard Moar hace en el Deportivo. Monchi no sólo tiene buen ojo. A nivel humano, también es superior.

P. ¿Se siente un poco artífice de este Sevilla?

R. No. Como un montón de futbolistas que pasaron, puse un pequeño granito de arena para dar cinco pasos en vez de uno por las circunstancias económicas. Nada más. Sus artífices son los actuales técnicos y futbolistas.

P. Cuando el Deportivo tenía una gran plantilla, usted estaba en el Sevilla. Ahora sucede lo contrario. ¿Siente una envidia sana?

R. Yo estoy contento con lo que tengo y lo que tuve. Me alegro de que el Sevilla esté así y ojalá siga creciendo mucho más.

P. ¿Es usted sólo un técnico de proyectos de cantera? ¿No desearía entrenar a un equipo con la exigencia de los títulos?

R. Yo soy feliz entrenando. Me da exactamente igual el proyecto de hacedor de futbolistas como uno con otros objetivos.

P. ¿Por qué se ha secado la cantera gallega, que ha dado a figuras como Luis Suárez, Amancio, Marcelino o Fran?

R. La cantera no ha dejado de existir en una región que es futbolera. Pero en A Coruña ha empezado hace cuatro años, cuando se hicieron instalaciones. Antes había otro tipo de filosofía. La cantera necesita muchísimo tiempo, muchísima inversión, y creer en ella. Al cabo de bastantes años, empezará a dar sus frutos.

P. ¿Por qué en Sevilla salen futbolistas como churros?

R. Puede ser el clima, muy parecido al de Brasil. Se juega mucho en la calle. Y el Sevilla lleva cien años trabajando con la cantera. Es una obligación.

P. Hay quien dice que un chaval sevillano falla una ocasión clara de gol y se ríe; en cambio, uno gallego se hunde. ¿Lo percibe así?

R. Es cierto que el clima condiciona la forma de ser y el carácter. Pero Fran, Amancio o Suárez también tenían un fútbol muy alegre.

P. ¿Le gusta el fútbol que se está viendo?

R. La verdad es que no se está viendo un buen fútbol. Antes quizá no hubiese el matiz de ganar sí o sí. Eso se nota en el terreno.