8-0 y Artola falló un penalti
En el único antecedente con el Getafe, el público del Camp Nou pidió al meta que tirara una pena máxima y lo hizo "como si sacara de portería"
Goleaba el Barcelona al Getafe en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa de la temporada 1977-78 por 8-0 y el colegiado del partido, Ausocua Sanz, pitó penalti. Era ya el minuto 90 y los no más de 30.000 espectadores que vivían aquel 8 de febrero de 1978 los avatares del encuentro en las gradas del Camp Nou, único antecedente hasta la fecha de un duelo copero entre azulones y azulgrana, coincidieron en su grito: "¡Artola, Artola!". Peio, el portero de aquel Barça, que terminó ganando la final a Las Palmas -el partido decisivo lo jugó Mora-, recuerda que miró a Rinus Michels y éste asintió: "Me dio permiso. Así que crucé el campo y me dispuse a tirarlo".
Llovía en Barcelona aquella noche y a los jugadores del Getafe, por muy modestos que fueran, maldita la gracia que les hizo ver a aquel vasco cruzar el campo dispuesto a darles la puntilla. Cruz, defensa de aquel equipo, recordaba ayer en el diario As que su deportividad durante el partido -"no dimos una mala patada"- no se vio correspondida con aquel gesto. "Fue un detalle feo dejar que Artola tirara aquel penalti. Con 8-0, se reían de nosotros, nos humillaban", explica Cruz, que recuerda también con agrado el partido de la ida, jugado en el campo de Las Margaritas, ante un enfervorizado público que ayudó a encerrar al poderoso equipo catalán, que terminó pidiendo la hora, cobijado en su área y con Cruyff jugando por detrás de la defensa.
Las pasó canutas el Barcelona y se puso más serio que nunca mister Mármol, como se conocía popularmente a Michels, después que el partido acabara en empate (3-3). La hinchada, acostumbrada a acudir al estadio los domingos por la mañana ante la falta de luz artificial, celebró entusiasmada el resultado de la ida, jugada excepcionalmente a partir de las cuatro de la tarde. Pero en la vuelta el sueño del Getafe de protagonizar otro marcador sorprendente apenas duró dos minutos, el tiempo que tardó en marcar Asensi. El Chepas, como se le llamaba al volante azulgrana, marcó dos tantos más y Cruyff, Fortes (2) y Rexach (2) se apuntaron también a la goleada.
Y entonces llegó la jugada de Artola (Andoain, 1948), poco exigido en la portería y aclamado como ejecutor de un penalti. "No era la primera vez que tiraba uno", recuerda Peio; "en 1975, cuando todavía jugaba en la Real Sociedad, nos enfrentamos al Athletic y tuvimos que decidir la eliminatoria en Atotxa por penaltis. Llegamos a la segunda ronda y logré marcar un gol a Iribar". También El Chopo batió a Peio y el Athletic pasó la ronda.
En el Camp Nou, la presión era distinta para Artola aquella noche de febrero. Con 8-0, el portero plantó el balón en el punto de penalti y le pegó tan fuerte que salió por encima del larguero. "No tiré un penalti. Saqué de puerta de lo mal que la pegué", recordaba ayer san Artola gloriós, como le bautizó Puyal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.