"No reinvento el fado, sólo le doy forma y sentimiento"

Llega esta noche a A Coruña con "saudade de Galicia", para iniciar una gira de 15 días por España que continuará en Estados Unidos y Brasil antes de encerrarse, en noviembre, a concebir su nuevo disco. "No me pregunte cómo va a ser porque no tengo ni idea. Cuando entre en el estudio, empezaré a construir la idea", dice, entre risas, Mariza, la joven y ya consagrada cantante principal del fado en todo el mundo.

Lo único seguro es que Mariza innovará para imprimir, en ese quinto trabajo, nuevas formas propias a la canción popular de Portugal. Ella rejuveneció el fado y lo volvió a poner de moda en todo el planeta, con conciertos multitudinarios en las mejores salas (Ópera de Sydney, Carnagie Hall de Nueva York, Olimpia de París, Royal Albert Hall de Londres o el Auditorio Nacional de Madrid, hace apenas mes y medio). Pero sin experimentos. "Es muy interesante que digan que renuevo el fado porque transcribo mis sentimientos, mi generación, lo que siento por mi país. Pero no reinvento el fado, sino que tengo una forma personal de mostrar la música antigua de mi país, y respetando siempre la tradición, le doy sonoridad muy propia", explica.

Ante todo le pone sinceridad, pasión y orgullo. Porque Mariza (Mozambique, 1973) es consciente de que no sólo acumula ya una larga lista de títulos, reconocimientos y premios como intérprete de la música portuguesa, sino que contribuyó a difundir la cultura de su país en los cinco continentes. "Empiezan a entendernos", afirma al contar su asombro por descubrir seguidores en Estados Unidos que le han confesado aprender el portugués para seguir mejor su carrera. Maravillada, agradecida, sí, pero también orgullosa porque, en sus canciones, Mariza recurre tanto a los textos de poetas lusos ilustres (Fernando Pessoa, Zeca Afonso o Antonio Brotto) como a trabajos originales de jóvenes compositores de música pop de su país. Y mostrar el nuevo Portugal "es un privilegio".

En esta nueva gira por España que abre hoy, de la mano de la Fundación Caixa Galicia, en el Teatro Colón de A Coruña, la joven cantante recreará su último disco, que recoge un concierto de Lisboa en 2006; "una noche olvidable de emoción, porque se reunieron 25.000 personas para escuchar fado". En el escenario, junto al tradicional trío de guitarras, tocará un cuarteto de cuerdas con el que Mariza, gracias a su colaboración con el chelista brasileño Jacques Morelenbaum, renovó la sonoridad de su música.

¿Mestizaje de sonidos? "Dicen que cuando canto fado, aparece mi lado africano, pero realmente creo que debe ser inconsciente porque yo conozco muy poco la música de África", donde nacieron ella y su madre. Mariza recuerda que "respiró" fado desde niña, al criarse en la cuna de esta música, el barrio lisboeta de Moraría.

Empezó a cantar a los cinco años, en la taberna familiar, y si bien, siendo veinteañera, tuvo "ciertas reservas" hacia el fado por su tristeza y sensación de antiguo, pronto se convirtió en apasionada intérprete de una música que considera "vida" en estado puro. "Cantar fado, es limpiar el alma, echar afuera todos los sentimientos. Cuando terminas, acabas con el alma leve y una sonrisa en los labios". Mariza se sorprende de que ya no haya entradas desde hace semanas para su concierto en A Coruña, tres años después de su última visita a Galicia.