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Una exposición sobre Ramon Llull aboga por el diálogo entre culturas

La exhibición en Barcelona se centra en los viajes misionales del autor

Impulsar el diálogo con los países musulmanes del Mediterráneo. Ésta es la idea que el presidente de la Generalitat, José Montilla, subrayó en la inauguración ayer de la exposición Raimundus, christianus arabicus. Ramon Llull y el encuentro entre culturas, organizada por el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) en la Reial Acadèmia de les Bones Lletres de Barcelona (Bisbe Caçador, 3) hasta el 1 de mayo.

La exposición, que antes de Barcelona se presentó el pasado marzo en la Biblioteca Nacional de Argelia (Argel), coincidiendo con la visita de los Reyes de España al país norteafricano, concluirá su itinerancia en la Llotja de Palma de Mallorca, ciudad natal de Llull (del 9 al 27 de mayo).

Un conjunto de paneles explicativos y 28 piezas entre manuscritos medievales, documentos e impresiones antiguas (desde incunables hasta el siglo XVII), ofrecen un recorrido a través de la fascinante vida de este filósofo, poeta, místico, teólogo, literato e incansable viajero, "a quien se debe la mayor difusión del catalán en Europa", en palabras del comisario de la exposición, Albert Soler, del Centro de Documentación Ramon Llull de la Universidad de Barcelona.

La selección incluye una biografía de Llull, escrita por un monje cartujo en 1311 -el único facsímil de la exposición, ya que el original conservado en Karlsruhe (Alemania) no puede viajar-, que 15 años después, su discípulo Tomas le Myésier hizo ilustrar con 12 miniaturas. "Gracias a estas imágenes conocemos su característico aspecto, con el hábito de los franciscanos, el gorrito y la larga barba", aseguró Soler.

El montaje de la exposición se centra en los tres viajes de carácter misional que Ramon Llull realizó al norte de África y especialmente en el segundo, el más conflictivo, hace 700 años, a la ciudad argelina de Béjaïa. "Quería demostrar racionalmente la veracidad de la fe cristiana a través de la discusión y el diálogo en paridad de condiciones, por lo que aprendió el árabe", explicó el comisario. Tras un primer viaje a Túnez, en el cual adoptó una actitud de extrema tolerancia, recogida en el Libro del gentil y los tres sabios, en Argel optó por una estrategia más agresiva que le llevó a la cárcel durante seis meses. Sus desgracias no acabaron ahí. El barco que le llevaba a Italia se hundió, pero Llull, a pesar de su 60 años consiguió salvarse nadando. Finalmente plasmó el relato de aquel diálogo fallido en la célebre Disputación de Raimundo cristiano y Homero sarraceno.

El haber vivido en el mundo cortesano, con mujer e hijos, antes de experimentar la llamada de la fe y abandonarlo todo para entregarse al estudio de las religiones, le impulsó a incluir el pensamiento moral caballeresco en la filosofía y teología de su tiempo, como ilustra el Libro del orden de la caballería, primer ejemplo de este género en la literatura catalana. A pesar de su radicalismo cristiano, Ramon Llull comprendió, respetó y apreció el pensamiento árabe como demuestran los libros de los matemáticos árabes y otros de los textos a los que tuvo acceso, prestados por la Biblioteca Nacional de Argel.

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