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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Ramón Guardans, abogado y empresario

Yerno de Francesc Cambó, asumió la preservación de su memoria

Nacido en Reus en 1919, Ramon Guardans Vallés cursó la licenciatura de Derecho en la inmediata postguerra, teniendo como condiscípulos a Laureano López Rodó y al futuro cuñado de éste, Casimiro Molins. A través de ellos, establecería un vínculo perdurable con el Instituto Secular del Opus Dei y una relación fluida con el establishment del régimen de Franco. Tras la muerte del histórico líder catalanista Francesc Cambó en 1947, en el autoexilio de Buenos Aires, Guardans acudió a la capital argentina en calidad de abogado de su viuda, Mercè Mallol, y en 1951 contrajo matrimonio con la hija única de los Cambó, Helena. Tuvieron catorce hijos, que han desarrollado actividades profesionales y sensibilidades políticas bien diversas.

Establecido ya con su esposa en Barcelona a principios de los años 50, Ramon Guardans asumió con gran celo y energía -incluso enfrentándose a veteranos regionalistas, como Lluís Duran i Ventosa o Narcís de Carreras- no sólo la gestión de las actividades culturales y de mecenazgo iniciadas por Cambó antes de la guerra civil (Fundació Bernat Metge para la traducción y edición de los clásicos grecolatinos, Fundació Bíblica Catalana, Legado Cambó de pintura, etcétera), sino también la preservación de la memoria de su suegro, para lo cual veló cuidadosamente sobre la edición de los textos memorialísticos de éste y sobre el acceso de los historiadores a los archivos del prócer de la Lliga.

Al mismo tiempo, Guardans desarrolló su propia personalidad en el triple ámbito empresarial, cívico-cultural y político. Presidente en distintas fechas del Consejo Regional de Banesto, de la Compañía General de Tabacos de Filipinas o de la Editorial Católica (propietaria del diario Ya), encabezó también la Junta de Museos de Barcelona, el Cercle Artístic de Sant Lluc y el Patronato del Museu Nacional d'Art de Catalunya (1994-95), y fue vicepresidente del Orfeó Català a principios de los años 60. A partir de 1995, y al frente de la Fundació Familiar Catalana, promovió la creación de la Universitat Internacional de Catalunya, reconocida en 1997.

En el terreno de la política, compatibilizó su pertenencia desde 1962 al Consejo Privado de don Juan de Borbón, conde de Barcelona, y la secretaría general de la Delegación Política de don Juan en España (1964), con el ejercicio de cargos de nombramiento oficial, como la presidencia (1971-79) de la Junta del Puerto de Barcelona. A la muerte de Franco, Guardans y otros miembros del patriciado barcelonés (Joan Antoni Maragall, Pau Roig, Joan Alegre Marcet, Josep A. Linati, etcétera) crearon el Club Catalònia, una sociedad de estudios que a comienzos de 1977 se convertiría en partido político de signo monárquico, liberal y regionalista, movido por la ambición de ocupar el vasto espacio de centro-derecha que había sido el de la Lliga. La Cataluña de esas fechas, sin embargo, era ya muy distinta a la del primer tercio de siglo, y el Catalònia no llegó siquiera a concurrir a las elecciones del 15 de junio de 1977.

Durante los últimos lustros de su vida, la gran tarea de Ramon Guardans ha sido la creación y el impulso del Institut Cambó, fundación prevista en el testamento de éste y a la que su yerno supo poner en conexión con lo más granado de la sociedad civil catalana, desde juristas como Miquel Roca Junyent o Juan José López Burniol hasta historiadores como Borja de Riquer o Jordi Casassas.

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