_
_
_
_
_

España negocia tener más peso en el FMI por el crecimiento de su economía

El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, pasa por horas difíciles. Ahora son los países europeos los que empiezan a mostrar inquietud por el escándalo que ha aflorado en la entidad, a raíz de que se desvelara que el ex halcón del Pentágono decidió un fuerte aumento salarial para una funcionaria que es su pareja. Consideran que esta situación afecta a la credibilidad del Banco.

"Berlín y Londres están claramente enfadados con la situación y vienen criticando la estrategia seguida por Wolfowitz al frente del Banco Mundial desde mucho antes de esta crisis", indicaron fuentes europeas que participan en la cumbre. En todo caso dejan claro que "Europa no está obsesionada" con plantar cara a Washington en esta cuestión. EE UU es el principal contribuyente al Banco Mundial, pero Europa puede utilizar su condición de país donante para presionar.

Sin embargo, fuentes europeas consideran que el futuro de Wolfowitz dependerá de la Casa Blanca. La presidencia del Banco Mundial recae siempre en un estadounidense, mientras que la del FMI es para un europeo. Solbes dijo que ese modelo está en cuestión y sobre la cuestión de Wolfowitz apuntó debe ser resuelta según el código ético de la institución.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_