Hamilton rompe barreras
El novato inglés, segundo, logra su tercer podio de la temporada en una carrera ganada por Massa y en la que Alonso fue quinto
Desde la primera carrera que el equipo le esperaba, pero por diversas circunstancias Felipe Massa no había conseguido aún encaramarse hasta lo más alto del podio. Un cambio de motor inesperado le apeó de las primeras plazas en Australia y en Malaisia un error imperdonable le relegó a la quinta posición. Sin embargo, ayer en el circuito de Sakhir, el brasileño recuperó la sonrisa y el equipo esbozó un gran "¡oooh!" de admiración. Era lo que todos querían, mejor él incluso que Raikkonen. Todos lo celebraron a lo grande, menos el finlandés, ganador en Australia y tercero en Malaisia y en Bahrein. Fue la tercera victoria de Massa y todas las ha conseguido desde que entró a formar parte de la gran familia de Maranello en 2006. Su integración es total.
Ferrari volvió a mostrar su poderío. Pero cada vez es más evidente que la lucha por el campeonato será terroríficamente dura con McLaren. Ayer, de nuevo, Lewis Hamilton realizó una demostración de calidad y concentración y consiguió cuadrar dos objetivos de una tacada: entrar de nuevo en el podio -segundo- y superar a su compañero Fernando Alonso por primera vez en sólo tres carreras. No parecía un objetivo asumible a tan corto plazo. Pero a estas alturas ya nadie duda de que Hamilton va a convertirse en un serio enemigo no sólo para Ferrari sino también para el doble campeón. Con sólo 22 años, el británico traspasó además otra barrera y escribió su nombre en el libro de los récords: ningún piloto en la historia de la F-1 había conseguido tres podios seguidos en su debut.
Ayer, los dos teóricos jefes de fila sufrieron y quedaron relegados a pugnas secundarias en el desarrollo de la carrera. El duelo principal, por nombrarlo de alguna forma, lo sostuvieron Massa y Hamilton. Pero desde la salida quedó claro que el brasileño no cedería ni un milímetro. El brasileño marcó su propio destino al salir como un rayo y no permitir en absoluto que ni Hamilton, ni Raikkonen ni Alonso, le cuestionaran su posición de líder. Sin embargo, a su espalda sí hubo batalla. Mientras Hamilton mantenía su posición, Raikkonen andaba perdido, intentando cerrar huecos, sin darse cuenta de que Alonso le comía el terreno. Los dos lucharon durante dos curvas por el tercer puesto y en la tercera, el español logró superarle y mantenerle a rueda.
Sin embargo, un vistazo a los cronómetros delataba que los Ferrari andaban mejor. Puntualmente, Hamilton conseguía algunas vueltas rápidas y se alejaba tanto de Alonso como de Raikkonen. Pero durante toda la carrera, nunca llegó a ser una amenaza seria para el brasileño. Lo que sí se hacía patente a lo largo de la primera tanda es que Alonso no había acertado en la elección del set-up. Su coche tenía problemas de adherencia en la parte trasera y delantera. Era un problema aerodinámico que afectaba al comportamiento de los neumáticos. El español lo acusaba en los tiempos. Para él, la carrera se fue convirtiendo en un suplicio, porque no conseguía entrar en los tiempos de sus rivales directos.
En estas condiciones, la estrategia perdió trascendencia. "Sin agarre, no podía sacar el rendimiento necesario del coche y las vueltas de más que me permitió dar ir más lleno de gasolina no cundieron en absoluto", reconoció el piloto. Para él, fue una batalla imposible. Incluso Raikkonen aprovechó bien la primera parada en el pit-stop para superarle y colocarse en una posición de podio que ya no perdería. Pero tampoco Raikkonen tenía motivos para sentirse satisfecho; al contrario. Cuando, tras el segundo repostaje, todos los pilotos colocaron los neumáticos duros -los teóricamente peores- el finlandés parecía tener la oportunidad de acercarse a Hamilton. Pero entonces ocurrió algo que nadie esperaba: los McLaren les sacaban casi medio segundo por vuelta a los Ferrari. Era una situación inverosímil, porque los bólidos rojos han demostrado a lo largo de la temporada que su adaptación a los Bridgestone es la mejor.
Para Massa no hubo problemas. Hizo una carrera precisa y la controló de forma espectacular. Para Hamilton, tampoco. Nadie le molestó y no cometió ningún error. Raikkonen pareció resignado a la tercera plaza. Pero Alonso sufrió más de la cuenta, porque incluso el alemán Nick Heidfeld (BMW Sauber) le superaró a mitad de carrera por el exterior en una curva de derecha, sin que el español tuviera capacidad de reacción. No fue su día, ni su carrera, pero al menos se mantiene en la cumbre de la clasificación, con 23 puntos, empatado con Raikkonen y Hamilton. Y en la próxima carrera, en España, McLaren ha anunciado que incorporara un nuevo kit que les igualará a Ferrari. Alonso no puede fallar en Montmeló.
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