El dólar entra en la guerra de los depósitos

Hasta ahora, la guerra se había concentrado en los depósitos a muy corto plazo y, por supuesto, en euros. Pero en la batalla por captar ahorro ha entrado un nuevo contendiente: el dólar. Los más elevados tipos de interés han animado a algunas entidades a lanzar depósitos a corto y muy corto plazo en esta divisa. Para quienes creen que el dólar seguirá perdiendo terreno respecto al euro, estos depósitos son aconsejables; para los que opinan lo contrario, no merece la pena asumir el riesgo de apostar por el billete verde.

El particular no sólo debe tener en cuenta la posible evolución del dólar frente al euro: también debe leer la 'letra pequeña' del depósito

Con, por ejemplo, 10.000 euros en el bolsillo se pueden hacer muchas cosas. Una de ellas, colocarlos a muy corto plazo en cualquiera de los múltiples depósitos a un mes que se ofrecen en el mercado y cuyas rentabilidades son, cuando menos, llamativas. Al menos tres entidades: Citibank, Openbank y Bankinter pagan un 10% (TAE anual) en los 30 primeros días. Otra de las alternativas es colocar esos mismos 6.000 euros en otro depósito a un mes pero, en esta ocasión, en dólares estadounidenses. Igualmente se puede conseguir de la mano de Citibank ese rendimiento tan fuera de lo común: el 10%.

¿Por cuál decantarse? En principio, los expertos apuestan claramente por los depósitos en euros. Por tres razones: la primera, que la rentabilidad es la misma; no hay diferencial (premio, en palabras comunes) alguno. La segunda, que en los depósitos en euros no hay que pagar adicionalmente ninguna comisión por cambio de divisa, algo que sí sucede cuando lo que se quiere invertir son dólares. La tercera, que en los depósitos en euros no se asume ningún tipo de riesgo mientras que en los denominados en la divisa norteamericana sí que éste existe, al poder variar su cotización. No todos, sin embargo, están de acuerdo. Para algunos técnicos, el dólar seguirá, al menos a corto plazo debilitándose (seguirá perdiendo valor frente al euro) lo que compensará todos estos males y hará mucho más rentable la inversión si se eligen los depósitos en el billete verde.

Con números concretos, los 10.000 euros en un depósito en euros al 10% se convertirán en 10.083,33 euros al cabo de un mes. Intereses brutos (antes de la retención de Hacienda del 18%), por tanto, de 83,33 euros. Los 10.000 euros son, según el cambio actual de la divisa norteamericana, unos 13.500 dólares en números redondos. Si la comisión por cambio de moneda es, por ejemplo, del 0,25%, éstos se quedarán en 13.466,25 dólares. Esta cantidad, al 10% de interés durante un mes, generará unos rendimientos antes de impuestos de 112,22 dólares. Si a la hora de volver a convertir la divisa norteamericana (un total de 13.578,47 dólares) en euros, el cambio fuera el mismo que en el momento de la contratación, 1,35 dólares por euros, el resultado final sería de 10.058,125 euros, que tras la correspondiente comisión quedarían en torno a los 10.032,98 euros. Un resultado bien distinto (y menos atractivo) que el del depósito directamente en euros. Razón: misma rentabilidad sí, muy diferentes comisiones, también.

Opiniones dispares

La situación podría ser aún peor. Si el dólar se siguiera debilitando (opción por la que apuestan una buena parte de los expertos, al menos a muy corto plazo) y, por ejemplo, llegara a negociarse en un mes a 1,36 dólares por euro, al cambiar los 13.578,47 dólares recibidos vía depósitos se obtendrían en torno a los 9.984,17 euros. Ni siquiera se recuperaría el capital invertido y ello sin tener en cuenta las comisiones.

El resultado, sin embargo, podría ser mucho mejor. Son bastantes los técnicos los que consideran que la actual fortaleza del euro es insostenible (perjudica seriamente las exportaciones de los países europeos) y que los distintos Gobiernos están presionando (última reunión del G 7) para que, en alguna medida, se corrija esta situación. Si se cumplieran sus expectativas y, por ejemplo, el dólar iniciara una recuperación a corto plazo que le llevara a negociarse a 1,33 dólares por euro, al cambiar los 13.578,47 dólares recibidos vía depósitos se obtendrían en torno a los 10.209,38 euros, que tras la correspondiente comisión quedarían en unos 10.183,86 euros, lo que supondría unas ganancias adicionales sobre el depósito en euros de más de 100 euros.

A la hora de elegir uno u otro depósito, el particular no sólo debe tener en cuenta la posible evolución del dólar respecto al euro (aspecto fundamental) sino también debe leer con detenimiento la letra pequeña de una buena parte de estos depósitos y huir en muchos casos de los grandes números que éstos incorporan, no tanto en los plazos cortos como en los anuales. En alguna medida, todos los depósitos tienen su pega: sólo son válidos para los nuevos clientes; sólo sirven para los particulares que aumenten su saldo en determinada cantidad; tienen topes máximos y mínimos de inversión, cobran comisiones de cancelación anticipada que pueden dejar reducida a cero la rentabilidad final; el tipo de interés de dos dígitos sólo se aplica durante un mes y el resto baja de forma considerable, o se aplican gastos por cambio de divisa.