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Crónica:LA CRÓNICA | NACIONAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El resuello del Partido Popular

Dificultades para mantener el frenético ritmo de enfrentamiento

Soledad Gallego-Díaz

Los responsables del Partido Popular (PP) esperan como agua de mayo el inicio de la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del próximo mes. Confían en que la dinámica electoral sirva para animar a parte de sus cuadros, que, a la vuelta de las vacaciones de Semana Santa, se han visto algo desinflados por la creciente dificultad que encuentra su partido para mantener el frenético ritmo de enfrentamiento con el Gobierno. Cada vez resulta más complicado "ocupar el espacio" y mantener la tensión informativa en niveles tan altos como los de los últimos meses.

Algunos dirigentes populares admiten que están "algo desperdigados", sin entrar en detalles. Parece, sin embargo, que sus problemas se derivan del bloqueo de dos de sus principales estrategias de oposición: la política antiterrorista del Gobierno y las dudas sobre el 11-M, sin que por el momento hayan sido capaces de encontrar nuevas "oportunidades" ni nuevos temas sobre los que reactivar la batalla política. La batalla electoral municipal, tradicionalmente centrada en cuestiones concretas, puede ayudar a "ganar tiempo" y ánimos.

La campaña municipal llegará como agua de mayo para aliviar el bloqueo de sus principales líneas de oposición: política antiterrorista y el 11-M

Las dos grandes líneas de oposición del PP están bloqueadas sobre todo por el normal desarrollo del juicio del 11-M, que no deja la menor duda sobre la autoría islamista de los atentados. La aplastante seguridad de los datos y hechos presentados en el tribunal y el triste espectáculo que han ofrecido el eurodiputado y ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera y el ex ministro del Interior Ángel Acebes, que le prestó su apoyo, parecen estar acabando con la explotación política y mediática del tema incluso en las propias filas populares.

Tampoco parece encontrar fácil desarrollo en estos momentos la crítica a la política antiterrorista del Gobierno, sobre todo porque se había centrado mucho en la posibilidad de que Rodríguez Zapatero permitiera la participación encubierta de Batasuna en las elecciones municipales y en las autonómicas de Navarra. Aunque el plazo para registrar listas de agrupaciones electorales está abierto hasta el 23 de este mes y a que la proclamación de las candidaturas no se producirá hasta el día 30, el Gobierno ha advertido ya de que no consentirá ninguna maniobra en este sentido. El último manifiesto de ETA ha dejado también claro que el PP no tiene ninguna razón ni argumento para defender que existen contactos con la organización terrorista. Bien al contrario, se ha incrementado el nivel de amenazas y el peligro de nuevos atentados, lo que obliga al PP a tener más cuidado en esos ataques al Gobierno.

La principal preocupación popular es evitar la impresión de que se les "acabó el fuelle" y de que pueden llegar agotados a la auténtica meta, en marzo de 2008. Los sondeos indican que en sus mejores momentos, con los picos de crispación política más altos, el PP no ha conseguido despegarse del Gobierno socialista. Algunos analistas populares temen incluso que la última "campaña" haya terminado por movilizar a una parte de la izquierda, que se podía sentir algo apática y a la que la rotundidad de los ataques de Mariano Rajoy sobre José Luis Rodríguez Zapatero ha podido "despertar".

Leer datos

"Evidentemente, cada cual lee los datos como quiere. El PSOE dice que no nos despegamos en las encuestas y nosotros decimos que el Gobierno no es capaz de dar un estirón", ironiza un diputado popular acostumbrado a trabajar con los sondeos electorales de su partido. "Lo que sí es cierto es que después de las elecciones municipales tendremos que rehacer la agenda; no solamente nosotros, sino todos los partidos, porque ya estaremos en la recta final y todo el mundo tendrá que recomponer sus estrategias".

El resultado de las elecciones municipales puede, quizá, marcar tendencias, pero nadie espera vuelcos tan espectaculares como para influir decisivamente en esas nuevas estrategias. Lo importante, aseguran en el PP, es marcar el ritmo en los últimos meses de la legislatura. Por eso, las cocinas de los partidos se esfuerzan en avivar los fuegos y en preparar "cosas nuevas". "Nosotros esperamos que el PSOE relance su programa social e intente sacar ahora más rendimiento de la Ley de Dependencia", reconoce un especialista popular. ¿Relanzará el PP la cuestión territorial como el eje básico de su estrategia final? "Si de verdad creemos que podemos gobernar, tendremos que dejar alguna puerta abierta a posibles acuerdos con los nacionalistas catalanes". ¿Es eso compatible con acelerar el dictamen del Tribunal Constitucional respecto al nuevo Estatut? No hay respuesta.

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