Corriendo solo bajo la lluvia

Después de cinco días encerrado en el gimnasio, Ronaldinho se entrenó ayer solo bajo la lluvia en el campo de La Masia mientras sus compañeros preparaban a puerta cerrada la cita del Barça con el Mallorca. Afectado por una amigdalitis y presa de las especulaciones, el gaucho se perderá por primera vez este año un partido en el Camp Nou, su santuario, del que no hay día que no salga coreado. Hoy no será así: los técnicos le han programado una semana de doble sesión de ensayos para que esté a tope la próxima jornada en Vila-real.

Fiel a su estilo de proteger al vestuario, Frank Rijkaard, el técnico, hizo una encendida defensa del gaucho y aseguró que la enfermedad que ha pasado (sigue sin haber parte médico) ha sido "una cosa seria". "Ronaldinho ha dado un alto rendimiento al equipo y ha resuelto muchos partidos cuando no estaban Messi y Eto'o", dijo el holandés que justificó también el que el brasileño haya faltado a la mitad de los entrenamientos de este curso: "El pasado fue largo, llegó el Mundial y la pretemporada en la que Ronaldinho debía jugar todos los amistosos. Y al final las fuerzas se acaban. El cuerpo humano tiene un límite".

Sin dejarse presionar por el Madrid, Rijkaard tildó de "interesante" ver cómo reacciona hoy su equipo, que saldrá al campo sin poder esperar que Ronaldinho lo resuelva."Nos toca funcionar, ganar y dejar el público feliz", dijo el holandés, que defendió a Eusebio, su ayudante, criticado por Belletti y Giuly por decir que quizá había llegado el momento de recurrir a la mano dura. "Él hablaba del cuerpo técnico. La autocrítica es nuestra forma de funcionar", dijo Rijkaard, que lanzó un guiño final a sus jugadores: "Desde que estoy aquí, nunca he tenido la sensación de controlar completamente el vestuario. Pero este equipo ha trabajado bien mucho tiempo. La mayoría lleva tres años, han ganado grandes cosas y no vamos a perderlo todo en un día".