Julián Antonio Ramírez, la voz de Radio París
Colaboró en la comisión por la recuperación de la memoria histórica
Su vida fue intensa. Ramírez nació en San Sebastián. Cuando se proclamó la Segunda República comenzó a estudiar en Madrid Ingeniería Industrial, allí inició su actividad política, siempre vinculada al Partido Comunista. En ese periodo conoció a García Lorca, con quien hizo teatro en La Barraca, también trabó amistad con directores de cine como Rafael Gil o Juan Piqueras. La Guerra Civil pilló a Julián Antonio Ramírez de vacaciones en Burgos, al iniciarse el conflicto bélico regresó a su tierra natal para colaborar en el frente, estuvo en Gernica y Gijón, consiguió llegar a Francia, pero volvió a la guerra para defender sus ideales republicanos. Combatió en Cataluña y en la batalla del Ebro, hasta que tuvo que abandonar definitivamente España y recaló en Francia, donde colaboró con la Resistencia.
Como algunas de las mejores cosas que ocurren en esta vida llegan por azar, su colaboración en Radio París llegó por "casualidad", tal y como explicaba en una de sus últimas entrevistas publicadas en EL PAÍS el 3 de agosto de 2002. En París, Ramírez trabajaba en una de las empresas que construía parte de la Torre Eiffel, y un buen día acudieron a esta emisora para brindar un homenaje tras la muerte de Stalin. En esos momentos, Jorge Semprún oyó su voz y quedó fascinado por su manera de expresarse y su tono grave y sereno. Semprún le propuso trabajar en la emisora y de esta manera comenzó una aventura radiofónica que compartió con su esposa, Adelaida del Campo, que les permitió durante 25 años informar verazmente de las noticias que en la España franquista acontecían tratando de soslayar la dictadura.
Ramírez recordaba en esa entrevista que una de las noticias más esperadas fue la muerte del dictador Franco, "y cuando llegó, habíamos esperado tanto, que ya estábamos agotados". Tras la muerte del dictador, regresaron a España y compraron una casa en la Playa de San Juan, en Alicante, y luego se instalaron definitivamente en Mutxamel (Alicante). A los pocos años decidió romper su silencio y luchar para recuperar la memoria histórica y evitar que caigan en el olvido las vidas y testimonios de decenas de republicanos y republicanas. "Hay que ser coherente consigo mismo", admitía en una de sus últimas entrevistas en las que se acusaba de "haber contribuido al olvido en cosas en las que nunca deben olvidarse". De hecho, colaboró activamente en la comisión por la recuperación de la memoria histórica de Alicante y organizó conferencias y homenajes a los republicanos fallecidos en el atroz bombardeo que sufrió el mercado Central de Alicante, así como luchó por honrar a los republicanos que quedaron atrapados en el puerto de Alicante, último bastión de la República.
Durante los últimos años, los homenajes y reconocimientos a la trayectoria de Julián Antonio Ramírez se fueron sucediendo. La Unió de Periodistas Valencians le concedió en el año 2003 el Premio Libertad de Expresión, y el año pasado la Fundación Miguel Hernández le otorgó la Medalla Hernandiana. Recibió el homenaje de la cadena SER en marzo de 2003 cuando el programa Hoy por Hoy, con Iñaki Gabilondo, se emitió desde Mutxamel y contó con el testimonio de Manuel Vicent y Mario Vargas Llosa.
En 1999, con motivo del 75º aniversario de Radio España, la Universidad de Alicante recibió el legado y los archivos sonoros de las emisiones en español de la Radio Televisión Francesa. En este legado figuran entrevistas que Ramírez hizo en el exilio al príncipe Juan Carlos, al pintor Pablo Picasso, al cardenal Tarancón y al profesor Enrique Tierno Galván, entre otras personalidades.
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