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Tres jóvenes huyen tras arrollar con un coche a una mujer en una calle peatonal de Zaragoza

Una mujer de 29 años murió la madrugada del viernes en una calle peatonal de Zaragoza tras ser arrollada por un vehículo, que se dio a la fuga. El suceso ocurrió a las seis menos cuarto en el centro de la ciudad y el caso se resolvió en unas horas, al entregarse el conductor, un soldado de 21 años de la Agrupación Logística-41. En el coche viajaban otro hombre y una mujer, ambos de 22 años, que también están detenidos.

Los hechos ocurrieron en la calle Alfonso, cerca de una zona de bares. Los tres detenidos venían de pasar una noche de fiesta. El Opel Astra, que circulaba a gran velocidad, atropelló a la mujer y acto seguido se dio a la fuga. La Policía Local dio prioridad al caso y pidió la colaboración ciudadana para localizar un vehículo con importantes daños en la parte delantera.

El alcalde, Juan Alberto Belloch, recomendó a los autores del atropello que se entregasen: "Es una prioridad absoluta de las policías Local y Nacional el encontrarles. Los hechos han ocurrido en una calle peatonal en la que sólo hay acceso para carga y descarga. Ha sido un homicidio, el coche se ha dado a la fuga. Estamos indagando si las cámaras de la zona nos dan más pistas", manifestó. Los agentes se emplearon a fondo.

El soldado que presuntamente conducía el coche no se presentó en su unidad y optó por entregarse voluntariamente a la policía en torno a las tres de la tarde, acompañado de su padre. Después hacía lo mismo otro de los ocupantes del coche. La chica fue detenida.

Abandonaron el vehículo

El vehículo había sido abandonado en la Ciudad del Transporte, en las afueras de Zaragoza, donde lo localizaron los agentes. Fuentes cercanas a la investigación informaron de que dos de los autores del atropello regresaron poco después al lugar del suceso. Allí fueron identificados por testigos.

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La tragedia llenó de conmoción el barrio de Las Fuentes, donde, Francisco García, padre de Begoña, la fallecida, regenta un puesto de ultramarinos en el mercadillo Río Ebro. Las persianas ayer estaban bajadas. Frente a este puesto está, también cerrada, la carnicería de los padres del novio de Begoña. Iban a casarse en fechas próximas.

Francisco, viudo desde hace años, está a punto de jubilarse. Begoña, la segunda de sus tres hijos, era abogada y acababa de ganar una plaza de funcionaria en la Diputación Provincial, donde apenas llevaba dos meses trabajando. Su dos hermanos, también abogados, trabajan en Bruselas.

La asociación Stop Accidentes reclama la implantación en Zaragoza de métodos físicos que impidan el acceso de vehículos a calles peatonales, como la de Alfonso, restringida a carga y descarga, transporte público y de servicios y residentes.

La Policía Local había presentado hace dos días un balance con datos esperanzadores. De una media de 22 muertes en accidentes de tráfico en el centro de la ciudad en los últimos cinco años se había pasado a sólo dos en 2006.

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