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Reportaje:

El tiempo también es de género

Un estudio ratifica que las mujeres dedican más horas al trabajo de casa y menos al ocio que los hombres

Lina Gálvez y Mónica Domínguez son dos de las ocho componentes del grupo formado por investigadoras de la Universidad Pablo de Olavide y la Universidad de Sevilla que trabajan en el análisis de la primera encuesta española sobre el empleo del tiempo. Su principal conclusión es que la carga total de trabajo -remunerado y no remunerado- de las andaluzas supera a la de los hombres (56% frente a 44%). "El 100% de esta carga es lo que necesita la economía andaluza para ser sostenible, lo que quiere decir que sin la aportación femenina dicha economía se tambalearía", explica Gálvez, coordinadora del equipo.

Tanto Gálvez como Domínguez son profesoras del departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la UPO, y han participado esta semana en un curso en la universidad, que trató diferentes ámbitos científicos desde una perspectiva de género. Mónica Domínguez explicó los últimos avances del trabajo sobre las diferencias en el empleo del tiempo entre hombres y mujeres reflejadas en la encuesta encargada en 2003 por Eustat al Instituto Nacional de Estadística y que, a su vez, desarrolló el Instituto de Estadística Andaluz. Esta última institución dobló la muestra -de 2.000 hogares a más de 4.000- para llegar a conclusiones específicas sobre esta comunidad autónoma.

De esta encuesta, las investigadoras han sacado conclusiones reveladoras, aunque esperables, como que las mujeres dedican más horas que los hombres a trabajos no remunerados (como el cuidado del hogar y la familia) y que, a su vez, disfrutan de menor tiempo de ocio. "Esta encuesta tiene algunas deficiencias, parte del tiempo que las mujeres señalan como de ocio, en realidad, está compartido con tareas no remuneradas, como el cuidado de los hijos. Por ejemplo, cuando las mujeres salen al parque para que sus hijos jueguen y charlan un rato con otras madres, en realidad, se dedican también al cuidado de los hijos, pero esto no es tenido en cuenta como tarea", explica Domínguez.

Tanto a esta investigadora como a su compañera, les han sorprendido los resultados pues, a diferencia de lo que esperaban, los datos europeos no se distinguían demasiado de los españoles y andaluces: "Por ejemplo, se podía esperar que en Suecia, donde llevan años desarrollando políticas de igualdad y donde la tasa de actividad femenina supera el 70% -en España ronda el 50%-, el reparto del tiempo fuera similar. Sin embargo, allí también las mujeres tienen una carga total de trabajo superior a la de los hombres y menos tiempo de ocio".

Según estas investigadoras, la diferencia en el empleo del tiempo provoca, fundamentalmente, problemas de conciliación, pues mientras la incorporación de las mujeres al empleo es cada vez mayor, los hombres todavía van a un ritmo muy lento en lo que dedicación al hogar se refiere. "Cuando una mujer tiene un hijo, tiende a disminuir el tiempo de trabajo remunerado. Los hombres, por el contrario, lo incrementan", puntualiza Galvez. Estas diferencias, por otro lado, se mantienen incluso antes de que la mujer adquiera responsabilidades familiares, en la niñez y la juventud, y después de la independencia de los hijos, en la vejez.

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