"No lo esperaba tan pronto"
El Madrid celebra por las calles de la capital su triunfo en la Copa ULEB de baloncesto, el primer tiítulo de Ramón Calderón al frente del club
Los aficionados del Real Madrid de baloncesto estaban ávidos de celebrar un título europeo que, desde hacía diez años, se les resistía. Ayer, unos 2.000 hinchas se echaron a la calle para quitarse la espina y pregonar a los cuatro vientos la vuelta a la élite continental de su equipo que el pasado martes conquistó la Copa ULEB en la ciudad belga de Charleroi frente al equipo lituano del Lietuvos Rytas (87-75). La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital fueron los escenarios para la recepción y el homenaje a los jugadores y al cuerpo técnico.
La comitiva madridista fue recibida por Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad, en plena Puerta el Sol, donde cientos de seguidores se congregaban para aclamar a los campeones. Aguirre, bufanda del Madrid en mano, entregó en el patio de la sede del Gobierno regional insignias y una placa conmemorativa a los jugadores, al entrenador, Joan Plaza, y a los responsables de la sección, Antonio Martín y Alberto Herreros. El presidente del club, Ramón Calderón, abrumado por la calurosa acogida y henchido de gozo, se arrancó: "Hace ocho meses prometí a los aficionados que volvería con un título, pero no esperaba que fuera tan pronto".
Joan Plaza, el técnico que ha devuelto la ilusión al madridismo por la sección de baloncesto, se mostró emocionado por el recimiento. "Quizá dentro de unos años me vuelva indolente, pero ahora no. Estas cosas impresionan" Pero, fiel a su imagen de hombre calmado y pragmático, destacó que, además del título, consideraba casi más importante haber conseguido una plaza para disputar la Euroliga la próxima campaña, y tuvo tiempo de enviar un mensaje a sus jugadores. "Espero que no nos relajemos por el hecho de tener un billete asegurado", advirtió.
Ya en el ayuntamiento, donde aguardaba el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, los jugadores saludaron desde el balcón a los 200 aficionados que les esperaban. Allí, Felipe Reyes, el capitán, se lo agradeció. "Con vuestro apoyo es imposible perder", aseguró. Alberto Herreros redundó en los agradecimientos y declaró que desde la derrota en la final de Copa frente al Barça, "el equipo era consciente de que no se podía fallar más". El alero Álex Mumbrú, por su parte, aseguró que al equipo no le ha importado no poder celebrar el título en la tradicional fuente de Cibeles porque "habrá más oportunidades".
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