Imaz advierte a Batasuna: "Que se olviden de nosotros, ya hemos aguantado demasiado"
El presidente del PNV cree que la izquierda 'abertzale' es incapaz de moverse hacia la democracia
El líder del PNV, Josu Jon Imaz, está persuadido de que ETA casi ha dejado pasar el tren para acabar con la violencia y puede terminar llevando "al abismo al proyecto político de Batasuna". Ayer, en el Aberri Eguna (Día de la Patria vasca), Imaz admitió que el PNV se mojó en la tregua de ETA de 1998 y en el alto el fuego de 2006 "para sacarles del pozo". Pero rompieron la tregua entonces y ahora "lo han vuelto a hacer", dijo. "Ya hemos aguantado demasiado" exclamó al tiempo que enviaba un mensaje nítido a la izquierda abertzale: "Que se olviden de nosotros; que no nos mareen ni nos enreden". El lehendakari le dijo a Batasu na que más allá de la Ley de Partidos, el "verdadero problema que tiene para hacer política" es la violencia etarra.
El PNV, poco a poco, se va situando ya en una ruptura definitiva del proceso abierto hace un año con la declaración del alto el fuego permanente de ETA. El presidente peneuvista, Josu Jon Imaz, sostuvo ayer en una plaza Nueva bilbaína abarrotada de militantes y simpatizantes de su partido que ETA y Batasuna han sido "incapaces de recorrer el camino hacia la democracia y las instituciones". Ya pasó en 1998, con la tregua y el Pacto de Lizarra. Y ahora ETA lo ha vuelto a hacer, comentó. "Y se les pasa el tren" para acabar con la violencia, recordó Imaz, lo que a la postre supone un proceso de grapización y "conduce al abismo" al mundo político de ETA.
Imaz y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, enviaron un mensaje claro y sin ninguna contradicción a los etarras y a Batasuna. Pese a criticar la Ley de Partidos -un instrumento del pasado que no sirve para construir el futuro, reiteró Ibarretxe-, ambos dirigentes remarcaron que el principal escollo para que Batasuna pueda hacer política con normalidad es la violencia de ETA. Imaz aseguró que "si quieren ir a las elecciones, ya saben lo que tienen que hacer": hacer política sin el paraguas de ETA y mojarse como los demás "para construir este país".
El lehendakari se refirió a la entrevista a ETA publicada ayer por Gara, en la que la organización terrorista considera un "gran sinsentido" que se plantee su desaparición y el fin de la lucha armada. Ibarretxe reconoció que "la construcción de la paz está en el aire" y dijo que ETA no termina de decir lo que todo el mundo le está demandando: "Que la violencia se ha acabado para siempre". Pero admitió que las intenciones de la banda no iban por esos derroteros a tenor de lo vertido por los dos encapuchados en esa entrevista: "Lo que ETA nos dice es que la violencia puede continuar, que están reorganizando comandos, y no queremos que ETA nos diga que está reorganizando comandos", dijo entre los aplausos de los asistentes al Aberri Eguna del PNV.
Y en el mismo sentido que subrayaría en su posterior intervención Imaz, el lehendakari admitió que Batasuna carece de "fuerza para levantar" la roca pesada que es ETA, la misma que les "está oprimiendo, la que no les permite hacer política". "No está preparada para levantar la roca", confesó Ibarretxe, quien como Imaz se ha reunido con los dirigentes independentistas de Batasuna varias veces antes y después de la bomba colocada por ETA el 30 de diciembre pasado en la terminal de Barajas que mató a dos trabajadores ecuatorianos y acabó con el proceso de paz. Por el contrario, dijo Ibarretxe, Batasuna se dedica a mirar a otro lado, pese a que "su dirección lo sabe y su gente y sus militantes también".
Los discursos de Imaz e Ibarretxe fueron también coincidentes en lo que a su proyecto futuro se refiere. Ambos defendieron el derecho a decidir de la sociedad vasca como la clave de bóveda para construir la nación vasca.
"Decidir nuestro futuro"
El lehendakari subrayó que en los últimos cuatro años en lo único que se han puesto de acuerdo PP y PSOE fue para rechazar en las Cortes el plan Ibarretxe. Y advirtió de que retomará la iniciativa política: "Iremos a Madrid tantas veces como haga falta", dijo, hasta que se reconozca el derecho de los vascos a decidir su futuro. "El futuro está en nuestras manos, ni en las del Gobierno español ni en manos de ETA", enfatizó ante un público entregado. "No renunciamos a nada", afirmó también Imaz, quien coincidió con Ibarretxe al señalar que "el futuro está en nuestras manos".
Su receta para la construcción nacional día a día se basó en un triple objetivo: reconocimiento de la identidad, formación de las personas y solidaridad con los desfavorecidos. Si se sigue esa triple receta, "vamos a ser nosotros, sólo nosotros, los que construyamos y decidamos nuestro futuro", pronosticó Imaz.
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