"Quien está presa es toda la familia, no tú solo"

"Cuando te meten en la cárcel, quien está presa es toda la familia, no tú solo". Así se explica un recluso para relatar los efectos que genera en su entorno la entrada en prisión. Sólo hace falta darse una vuelta por la calle de Entença de Barcelona los fines de semana y hablar con las madres y esposas que han de soportar colas de entre cuatro y ocho horas para visitar durante 20 minutos a sus hijos o sus parejas. O para entregarles el peculio, la denominación que todavía reciben los paquetes de ropa y alimentos de los familiares.

Esa realidad que describen los presos y sus familiares la ha teorizado un grupo de investigadores en el libro La presó a l'entorn familiar, presentado hace unos días y realizado por el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona."Los familiares estamos pagando la mitad de la condena del que está allí, en todos los sentidos", explica en el libro la madre de un preso. La obra sistematiza los problemas jurídicos, penitenciarios, económicos, laborales, sanitarios y psicológicos que afectan a las familias como consecuencia de la permanencia en la cárcel de uno de sus miembros. También se refiere a las necesidades que se derivan de esa situación.

"Son unos problemas olvidados y desatendidos, desde el punto de vista social, académico y político, con lo que se agrava la situación de indefensión y vulnerabilidad de estos colectivos", explican los autores. Y las principales afectadas son, cómo no, las mujeres, que desempeñan un papel fundamental de apoyo. También a los presos.