Año 2029
SE CUMPLEN VEINTICINCO AÑOS de la que fue primera victoria electoral de José Luis Rodríguez Zapatero. El ex presidente, hoy retirado de toda actividad pública, nos recibe en su minipiso, una estancia de lujo con nicho horizontal.
-No muchos ciudadanos pueden permitirse hoy una cama horizontal, señor Zapatero.
-Bueno, en primer lugar, no es una cama, sino un nicho. Las camas desaparecieron hace ya años, por falta de suelo. En mi caso, después de una vida de trabajo y servicio público, me permito un nicho horizontal y lo que representa un plato de ducha de 40×40, para dos riegos individuales semanales.
-Tanto sufrir a principios de siglo por si estallaba la burbuja inmobiliaria, y fíjese, el precio ha seguido subiendo.
Por fortuna, los ciudadanos tienen con sus políticos una paciencia que no se la salta un torero
-Los nueve años de gobierno de Esperanza Aguirre hicieron mucho daño.
-Antes de eso, usted gobernó 11 años.
-¡Y se progresó! La vivienda ya no subía tanto, habríamos podido invertir la tendencia y bla bla bla.
-¿Cómo recuerda su primera legislatura?
-Muy convulsa, ¿no? Veníamos de los terribles atentados del 11-M, tras unos años de gobierno espantoso de Aznar, y encima llegué yo con mi aire juvenil para decir: esto de ETA lo acabo en dos patadas.
-¿Qué haría distinto?
-Todos haríamos cosas distintas. Pero quizá no supe leer España. Una sobredosis de optimismo. ¡Ahí iba yo! ¡Dónde hay un problema histórico, que me lo como? El machismo, olvidado. La educación, resuelta. Los nacionalismos, encajados. Los terroristas, disueltos. ¿Quién necesita 500 años para resolver España? Bueno... Por fortuna, los ciudadanos tienen con sus políticos una paciencia que no se la salta un torero.
-¿Recuerda cuando Arnaldo Otegi se resistía a condenar la violencia?
-¡Madre mía! Hoy cualquiera podría decir: "Menuda chorrada". Todo el país esperando a que un grupillo diga que matar personas no es buena idea. ¡Qué ridículo! Pero es que formaba parte de su código que cuando alguien es un obstáculo, le pegas un tiro y punto. ¿Y cómo les convences? O te decían: "Pues si la situación no está madura, matamos unos cuantos años más". Dificilísimo. Hubo un momento, creo que en 2007, en que quisieron legalizarse diciendo: "Nosotros no somos partidarios de matar, pero si otros matan, ¿qué le vamos a hacer?". Era surrealista. Toda la legislatura tuvo algo de surrealista.
-En fin, ¿me invita a un café?
-¿No tiene usted ochenta céntimos? Ja ja ja. Tiene gracia que aún se recuerde eso. Desde aquel programa de televisión, los candidatos, en lugar de estudiarnos los programas electorales, nos aprendíamos la lista del Carrefour. Fue antes de sustituir las campañas por concursos en la tele, antes de que se votara por sms, antes de las duchas colectivas, del regreso de la tracción humana y los pisos en chimenea... Uf, antes de muchas cosas que entonces ni teníamos en la agenda.
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