Casi tres de cada diez nuevos clientes que capta la CAM son inmigrantes en España

En los últimos años la irrupción masiva de la inmigración está cambiando el mapa laboral y social de España. La llegada de extranjeros, principalmente por motivos laborales, significa para muchas empresas un nuevo nicho de negocio, aunque en muchos casos no se trata de ciudadanos con gran capacidad adquisitiva. El año pasado, el 27% de los nuevos clientes captados por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) fueron inmigrantes. Y son los ciudadanos de Marruecos y Ecuador los principales clientes de la caja alicantina.

El 24% del crecimiento del volumen de negocio de los clientes particulares de la caja durante los primeros meses del año fue por los inmigrantes

La paulatina integración de la población extranjera en España va unida a la creciente demanda de servicios. En el caso de las entidades financieras, y más concretamente de la CAM, el desglose de cifras y productos que este colectivo demanda refleja el creciente asentamiento pero también en líneas generales su menor capacidad adquisitiva. Así, los seguros son el principal producto que los inmigrantes contratan en la caja de ahorros alicantina (29,35%). Los préstamos hipotecarios, por el contrario, son una opción a la que apenas recurre por el momento algo menos del 12% de los ciudadanos procedentes de países terceros y asentados en España. El negocio, sin embargo, crece con vigor. Uno de los principales negocios vinculados a la inmigración, por otro lado, sigue siendo el envío de remesas. Los últimos datos del Banco de España indican que en 2006 los inmigrantes residentes en el país enviaron a sus países de origen 6.234 millones de euros, un 35% más que un año antes, según datos facilitados por la CAM. El informe estima que el 88% de estos ciudadanos envían dinero a su lugar de nacimiento.

El año pasado, el 27% de los nuevos clientes de la CAM fueron inmigrantes. Un peso que no tiene su reflejo exacto el volumen de negocio que éstos aportan ya que en 2006 representó el 17,4% del crecimiento de todos los clientes particulares de la entidad y el 7,4% de todo el volumen de negocio. Las cifras, este año, han mejorado. El 24% del crecimiento del volumen de negocio de todos los clientes particulares de la CAM durante los primeros tres meses del año procedió de ciudadanos inmigrantes. Este dato arroja un crecimiento sobre finales de 2006 del 52%, según los datos facilitados por la propia entidad financiera. La caja cuenta con una red de 1.068 oficinas en todo el territorio nacional. Y aunque en principio fuentes de la caja explican que no se ha diseñado un objetivo distinto para atraer al mercado inmigrante que al autóctono, también dejan claro que cuando es preciso adaptan su estructura para dar servicio a este colectivo. Así, por ejemplo, en las oficinas en las que hay un gran volumen de clientes de una determinada nacionalidad se han contratado trabajadores que hablen el idioma. Ocurre en una oficina en Murcia, donde destaca la presencia de marroquíes y donde hay empleados seleccionados para atenderles.

Son precisamente los ciudadanos de Marruecos los primeros clientes inmigrantes de la CAM, tanto en número como en recursos captados. Tras ellos, los residentes de origen ecuatoriano, los que proceden de Colombia y de Rumanía, por ese orden. La caja tiene, en conjunto, clientes procedentes de 20 países no comunitarios distintos, principalmente de América Latina, del norte de África y de Europa del Este.

Pero al negocio típico se unen otras iniciativas. La CAM fue una de las ocho cajas de ahorros (junto a Unicaja, Caja Badajoz, Caja Canarias, Caja Castilla-La Mancha, Caja Galicia, Caja Murcia y Sa Nostra) que a mediados de 2005 compraron el 51% de BEM España, una red de agencias especializada en la prestación de servicios a inmigrantes. BEM, según se detalló cuando se formalizó la operación de compra, estaba constituida por 81 centros distribuidos por toda España y la intención era ampliar esta cifra hasta los 310 puntos de atención durante el año pasado.