De pequeña calle residencial a salida de la M-30

Los vecinos del margen oeste del Manzanares están que trinan. Pierden una calle y ganan una salida a la circunvalación. La calle de San Graciano, con ocho bloques de viviendas, bares, tiendas y una guardería, está incluida en los planes de soterramiento de la M-30 como nueva entrada y salida del túnel de la calzada exterior. Eso supone eliminar las dos filas de aparcamientos -una en batería y otra en línea- para convertirla en una vía con dos direcciones y paso continuo de vehículos.

"Hemos aguantado dos años de obras muy duros y ahora esto", explica Aurelia Vacas, que vive con su familia en el número 194 de la avenida del Manzanares. Su piso da directamente a la autovía. Desde su salón, el paisaje es deprimente. Primero los escombros de las obras, decenas de máquinas que aún faenan allí, los dos ramales, parte de la circunvalación y, al fondo, el Manzanares. "Nos habían prometido que esto sería el famoso parque de la M-30 pero, con los nuevos planes, va a ser imposible", se lamenta. El ramal de salida a San Graciano, por el momento, está taponado con hormigón. Unos 80 vecinos de calles de la zona -San Graciano, Eugenio Cases, avenida del Manzanares, Antonio López y Mariblanca- se concentraron el miércoles para evitar su apertura, después de que Aurelia Vacas repartiera folletos por los portales. "Nos enteramos de que querían abrirlo ya por un operario, porque cada vez que llamábamos al Ayuntamiento, nos lo negaban", añade la mujer.

Por la calle de San Graciano tendrán que pasar los coches del paseo de Santa María de la Cabeza, la calle de Antonio López, quienes se dirijan a Atocha o los que quieran tomar la M-30 norte. Los vecinos aseguran que el proyecto inicial tenía la salida en la calle de San Zacarías, una paralela sin viviendas. Fuentes de Urbanismo lo desmienten.

"Nos han prometido una reunión con la edil de Urbanismo tras las vacaciones", añade Vacas. Quieren recuperar su calle o más plazas de aparcamiento. "Antes de las obras, había cuatro manzanas para aparcar, ahora sólo nos queda una calle", añade la mujer.