El fiscal pide apartar del cuerpo al ex jefe de la Policía marbellí

La Fiscalía se adhirió ayer a la postura de la comisión gestora de Marbella y solicitó que el ex jefe de la Policía Local Rafael del Pozo, imputado en el caso Malaya, sea apartado del cargo para preservar la imagen del cuerpo. El juzgado de lo contencioso número 3 de Málaga celebró ayer una vista sobre la suspensión cautelar de empleo y sueldo decretada por la gestora contra Del Pozo y revocada por el juez.

El juez que ha obligado a la gestora a readmitir de forma cautelar al agente decidirá sobre su futuro laboral en unos 10 días. Desde su reincorporación la semana pasada, Del Pozo ha denunciado al consistorio en tres ocasiones, una de ellas, por arrebatarle los galones de superintendente.

En la sesión de ayer, el juez solicitó a los servicios jurídicos del Ayuntamiento que le hagan llegar el expediente administrativos abierto contra Del Pozo antes de apartarlo de su puesto tras la operación Malaya. Según fuentes municipales, el expediente, acordado por el pleno de la gestora está abierto desde el mes de julio, pero no se pudo ejecutar hasta el pasado 21 de marzo porque Del Pozo se había dado de baja por depresión y hasta esta fecha no solicitó la reincorporación.

El abogado de Del Pozo, Jorge Mancilla, alegó que la suspensión de empleo y sueldo acordada por la gestora es desproporcionada y le privaría de ingresos durante demasiado tiempo, ya que se prolongaría hasta que hubiera una sentencia firme por el caso Malaya. "No puede estar sin trabajar 14 años", dijo ayer.

El letrado aseguró ante el juez que se había vulnerado la presunción de inocencia de su patrocinado, ya que todavía no ha sido condenado y recordó que hay otros dos funcionarios de Policía Local, también imputados, que han vuelto a sus trabajos sin problemas.

Del Pozo ha sido detenido en tres ocasiones en la operación contra la corrupción marbellí y está acusado de tenencia ilícita de armas, encubrimiento, omisión del deber de perseguir delitos, entre otros.

Fuentes municipales califican de "perturbador" el comportamiento del agente desde su incorporación. "El sábado llegó a la Jefatura, comenzó a reclamar que no se le facilitaba el acceso a su trabajo, a dar órdenes a los agentes, algo que no puede hacer porque ya no es el jefe". La versión dada por su letrado es bien distinta: "Lo único que hizo fue dejar constancia de que había ido a trabajar y que no pudo hacerlo porque no tenía órdenes, ni despacho, ni nada".

Desde su reincorporación, Del Pozo ha interpuesto tres denuncias contra el consistorio: una por no pagarle en la nómina de marzo los 9 días que le mantuvieron suspenso de empleo y sueldo, otra por perderle sus enseres personales y una tercera dirigida contra el actual jefe de Policía Local, Rafael Mora, por arrebatarle los galones de superintendente, aunque se los hiciera llegar a través de su chófer "45 minutos después".

Para evitar que este tipo de situaciones se repitan, la gestora ha procurado apartar a Rafael del Pozo de la Jefatura de Policía Local, donde es el policía con más rango. Han creado para él un puesto de asesor del equipo de gobierno en materia de seguridad y le han habilitado un despacho en el Ayuntamiento.