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Reportaje:

"No doy la palabra a nadie más si es para hablar de terrorismo"

Da igual que se debata sobre cine o Internet. ETA aparece cuando menos se la espera en las intervenciones parlamentarias del PP

Pablo Ximénez de Sandoval

No más de 10 senadores se disponían el pasado miércoles a escuchar al secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, que debía informar de cómo lleva el Plan Avanza, para extender el uso de las nuevas tecnologías. La mañana comenzó así: "Antes de comenzar mi intervención, me gustaría dejar testimonio de la tristeza que me produjo el espectáculo que cierto grupo de senadores dejó grabado el día 7 de marzo en la retina de la historia y en la de los ojos asombrados de los españoles, como intentar impedir, por medio del alboroto, el insulto y la grosería, el uso de la palabra al presidente de nuestro país".

Después habló de la televisión digital, de las líneas de ADSL, de teléfonos móviles y ordenadores en los colegios. Pero, aprovechando la impertinente introducción, el etarra Iñaki de Juana Chaos y el portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi se hicieron su hueco.

Una pregunta sobre cine pasó por Irak, Afganistán, Bosnia y la guerra sucia
Un debate en el Senado sobre nuevas tecnologías arrancó con reproches sobre De Juana Chaos

Muchos minutos después, tomó la palabra la portavoz del PP en la Comisión de la Sociedad de la Información, Mercedes Coloma, senadora por Valladolid. "Buenos días, señor secretario de Estado. Mire, aquí los únicos que son indignos e irresponsables y los únicos que están dando espectáculos es este Gobierno, que ha hecho que un asesino de 25 personas esté hoy en prisión atenuada y mañana se vaya a su casa, el Gobierno que ha permitido que el señor Otegui haya sido absuelto con pruebas suficientes para decir que había enaltecido el terrorismo. Esta senadora y mi grupo nos solidarizamos con todas las víctimas del terrorismo y con todos los españoles que dicen que el Gobierno está haciendo una cesión intolerable y se está doblegando ante los mayores asesinos de este país. Eso para comenzar, señor secretario de Estado".

El presidente de la comisión, el senador catalán de ICV Jordi Guillot, se plantó con esta frase: "No voy a dar ninguna palabra ni para hablar de terrorismo ni para hablar de comportamientos de senadores y senadoras. Hay un orden del día y nunca me hubiera imaginado que la comisión empezara así". Hasta el secretario de Estado pidió disculpas por haber echado leña al fuego.

En el Senado se puede decir que, en comparación con el Congreso, apenas se ha hecho oposición política con el terrorismo. El portavoz del PP, Pío García Escudero, ha preguntado al Gobierno en sesión de control siete veces sobre este asunto. Una de ellas fue el follón del 7 de marzo referido por Francisco Ros, en el que Zapatero apenas pudo hablar. El portavoz de Interior, Ignacio Cosidó, sólo se ha referido en una ocasión al caso De Juana Chaos. El PP del Senado nunca ha presentado ningún tipo de iniciativa sobre el 11-M, aparte de preguntar por la atención a las víctimas. Pero los caminos de la crispación son insondables.

Si no, que se lo pregunten a la ministra de Cultura. El pasado 21 de marzo, el senador del PP Juan Van-Halen comenzaba así una pregunta: "Quiero dedicar un recuerdo a los cientos de muertos en Sarajevo por mandato del presidente don Felipe González Márquez. Señora ministra, ¿cuál es su nivel de satisfacción respecto de la situación del cine español?".

La ministra ignoró la referencia, quizá consciente de que ella misma había sacado las cosas de madre. En una pregunta anterior, sobre las irreverentes fotografías eróticas con motivos religiosos publicadas por la Junta de Extremadura, Carmen Calvo acabó hablando de los muertos de Irak como ejemplo de ofensa a la sensibilidad cristiana.

La réplica de Van-Halen era una ironía para demostrar lo impertinente de este comentario, pero la llevó aún más lejos en su siguiente intervención: "Quiero dedicar un recuerdo a los 18 españoles muertos en la guerra de Afganistán votada por don José Luis Rodríguez Zapatero. Y eso es tan claro como la cal viva". De Extremadura a la guerra sucia antiterrorista, pasando por Irak, Sarajevo y Afganistán, el alucinante episodio eclipsó todo el trabajo de la mañana.

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, compareció el pasado día 26 por primera vez en una comisión del Senado. El objetivo era informar de las líneas generales de su departamento. No hizo ni una mención al terrorismo, pero De Juana y Otegi volvieron a ser los protagonistas gracias al portavoz del PP, Agustín Conde. "Este ministro ha venido a poner la ley al servicio de la negociación" con ETA, dijo Conde.

Al margen de la actualidad, la crispación viene de atrás. En la misma comisión de la Sociedad de la Información, el presidente del Comité Mundial por la Libertad de Prensa, Mark Bench, se quedó atónito en febrero de 2006 cuando los portavoces de Partido Popular y PSOE, hablando de libertad de expresión, los consejos audiovisuales y las caricaturas de Mahoma, acabaron enzarzados con la guerra de Irak y los sucesos del 11 al 14 de marzo de 2004.

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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