Vibra Santander

La trayectoria del Racing, y en especial la sociedad Munitis-Zigic, resultaba tan atractiva durante la temporada que demandaba un partido para la historia. Nada mejor que la visita del vecino Athletic para una tarde memorable. Hasta 5.000 hinchas rojiblancos se reunieron en El Sardinero para aupar a un equipo que no sale del descenso. Los vascos se batieron con tanta grandeza que no se rindieron hasta que el árbitro pitó el final con 5-4 en el marcador. La fiabilidad de los cántabros es tan extrema que incluso son capaces de sobreponerse a partidos taquicárdicos como el que le planteó el Athletic. El intercambio de goles fue tremendo, sobre todo en media hora de la segunda parte, cuando se contaron ocho, y hasta pudieron ser diez. La actuación de ambos equipos resultó reprobable desde los banquillos y al mismo tiempo gratificante para los aficionados, que despidieron a los futbolistas con una ovación tan emotiva y trepidante como la contienda, digna de los mejores choques ingleses.

La emoción de Santander contrastó con la tristeza de Vigo, escenario de un encuentro cuyo resultado remitió al dicho popular sobre las meigas: "Haberlas, haylas". Al Madrid le alcanzaron cuatro remates para contar un triunfo afortunado ante un Celta que se rebela contra la derrota. Muy apurado y expuesto al tiro de Baiano, el plantel de Capello se encontró con el triunfo en una jugada de Robinho, el chico de la suerte. A falta de diez jornadas, los equipos reparan más en el resultado que en el juego, y el Madrid continúa enganchado a un campeonato comandado por el Barcelona del mago Ronaldinho.

El brasileño se marcó una actuación estupenda ante el Deportivo en el momento en que se discute precisamente sobre su futuro. Los gestos técnicos encumbraron también a De la Peña en Mestalla por más que el Espanyol claudicó ante un efectivo Valencia, al que el miércoles aguarda un cuerpo a cuerpo interesantísimo con el Chelsea en la Copa de Europa.

Frente a la capacidad recaudadora de Valencia, Barça y Madrid, el Atlético y el Zaragoza descontaron dos puntos en dos partidos que tenían a buen recaudo mientras al Sevilla no le quedó más remedio que firmar otro empate en Pamplona y dejar solo al Barcelona como líder del torneo.