Obras de 18 artistas abordan en el Artium la soledad, la incomunicación y los conflictos

El Artium abre hoy al público la exposición Amar, pensar y resistir. Encuentro entre dos colecciones, que reúne obras de 18 artistas marcados por su compromiso ético. Las 19 obras seleccionadas abordan de distinta manera los desafíos de la existencia contemporánea, desde la rápida transformación de los modos de vida hasta la soledad, la incomunicación y los conflictos sociales y políticos. Son instalaciones de vídeo, esculturas, pinturas, y fotografías, procedentes de los fondos de Artium y de la Fundación La Caixa, entre las que hay piezas firmadas por artistas del prestigio como Bill Viola, Txomin Badiola, Doug Aitken, el colectivo El Perro o Antoni Abad.

"El arte tiene aún un compromiso que cumplir en el orden de la responsabilidad emocional, intelectual y política", defiende Daniel Castillejo, comisario junto a Nimfa Bisbe de Amar, pensar y resistir. Encuentro entre dos colecciones. "De hecho", añade, "mucho del arte realizado hoy en día lo consuma, a pesar de que se haya instalado en la opinión general una supuesta renuncia a sus premisas de idealismo, utopía y elevación, por otras de colaboracionismo, pragmatismo y superficialidad". Este presupuesto ha desembocado en una exposición que ilustra el nivel de compromiso ético de muchos artistas frente a la tendencia hacia la banalización en el arte contemporáneo.

Amar, pensar y resistir está integrada por 19 obras de 18 autores que han abordado los desafíos de la existencia, desde los cambios en los modos de vida, la soledad y la incomunicación, hasta los conflictos sociales y políticos de las sociedades contemporáneas. La selección de piezas ha buscado el diálogo entre las dos colecciones que alimentan la muestra, con una vocación internacional, en el caso de La Caixa, y de predominio del arte español en el del Artium. La muestra permanecerá abierta al público hasta el 19 de agosto.

Diez montajes audiovisuales, dos pinturas, una fotografía, tres esculturas y dos instalaciones componen la exposición. Entre las obras se puede ver la instalación de Bill Viola Hall of Whispers (1995) y la película de Tacita Dean Gellert (1998). Las imágenes se endurecen en las pinturas de Simeón Sáiz Ruiz, Matanza en Racak (2002), y en la obra de Guillermo Kuitca, que muestra la ciudad como lugar de sufrimiento y soledad.

Doug Aitken firma el vídeo Interiors (2002), que remite a la confusión de mensajes en los medios de comunicación. El colectivo El Perro está representado por la escultura Memorial (2005) y la fotografía Skating Irak (2005), que hacen una explícita denuncia, cargada de ironía, de la humillación del enemigo. El vídeo es también el medio de expresión utilizado por los artitas Antoni Abad, Montserrat Soto y María Ribot. La propuesta de Elena del Rivero, en cambio, es una instalación formada por 300 cartas dirigidas a la figura de la madre, bordadas y cosidas junto con dibujos y collages. Tras presentar obras de Txomin Badiola, Stephen Dean y Francisco Ruiz de Infante, entre otros, la exposición concluye con una instalación de Leopoldo Ferrán y Agustina Otero.