Ronaldinho ya no es el 10
La decisión de Dunga de dar el ilustre dorsal a Kaká origina la controversia en Brasil
El 10 lo llevo Pelé, ése es el problema. Y Zico. Raí ganó el Mundial de 1994 con el 10 y con ese mismo número Rivaldo levantó la Copa del Mundo de Japón y Corea de 2002.
El 10 era de Ronaldinho hasta que Dunga decidió lo contrario, pero no parece que eso le quitara el sueño. "El problema es vuestro, no mío", escupió Ronaldinho ante los periodistas que, agrupados a su alrededor en un hotel sueco, insistían en preguntarle por la decisión de Dunga, que el sábado le quitó la camiseta con el 10 antes de jugar contra Chile (4-0). Anoche, en el triunfo sobre Ghana (1-0), Kaká volvió a vestir el ilustre dorsal. "Cuando jugamos con Brasil, todos llevamos el mismo número: el número 1", sentenció entretanto Ronaldinho, que rompió su mala racha goleadora ante los chilenos, una sequía que mantenía en la selección desde el 29 de junio de 2005, cuando anotó en la final de la Copa Confederación de Alemania frente Argentina (4-1).
El dorsal quedó vacante desde que se despidió Rivaldo, que lo llevó durante la disputa del Mundial de Japón y Corea. Parreira, por entonces seleccionador brasileño, se lo entregó a Ronaldinho antes de comenzar el campeonato de Alemania 2006. El gaucho lo aceptó honrado y con él jugó el Mundial germano. Ayer, antes de reencontrarse y vencer, con tanto de Vagner, al cuadro ghanés, al que Brasil ya eliminó en octavos de final del último Mundial, aseguró: "Llevar el 10 es un honor. Pero defiendo el 7 con idéntica entrega". Así que Ronaldinho capitaneó a Brasil con el 7, el número de Jairzinho, uno de sus grandes ídolos. Con el mismo número, Ronaldinho ya jugó los Juegos Olímpicos de Sidney en 2000.
La decisión de Dunga se ha interpretado de muchas maneras. Desde un toque de atención a un extraño interés de marcas. "En Brasil", insisten responsables de Nike; "los números sólo son nominativos en competición oficial", restan trascendencia comercial al tema, ahora que Ronaldinho comercializa mundialmente una línea de ropa bajo la marca R10.
"Hasta la Copa América, el 10 no tiene dueño", apuntaron altos cargos de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). "Conociéndole, le importa tres pimientos", convino un buen amigo del jugador. "Ayer hablé con él; hablamos de muchas cosas, incluso del cambio táctico en Brasil. Ni una palabra sobre el 10". "Es posible, convienen otros, que el golpe vaya por dentro". "Tal vez Dunga le ha picado, y fuera eso lo que buscaba", insisten otros.
"Todavía no he hablado con el seleccionador sobre la Copa América", aseguró Ronaldinho, desmontando la tesis de que quitarle el 10 era consecuencia de la voluntad del gaucho de no acudir al campeonato suramericano que se disputará el próximo mes de junio. Descartado el tema, se recuperó la vieja enemistad que según muchos el mudito -Dunga es el nombre del enanito mudo de Blancanieves- mantiene con Ronaldinho desde que Ronie, en un partido entre Internacional y Gremio, siendo un crío, humilló al veterano con un regate de rabona. Tampoco esa teoría se aguanta, así que los observadores brasileños hablan de una cuestión de confianza: Dunga da galones a Kaká, le suma para la causa al tiempo que mantiene el brazalete de capitán en el brazo de Ronaldinho.
Edmilson lo explicó a su manera: "Para Brasil el 10 es mítico, no lo puede llevar cualquiera. Creo que la clave es que Kaká ha jugado más partidos con Dunga que Ronaldinho", explicó el mediocentro del Barcelona. En Suecia, Ronaldinho y sus compañeros en la selección parecen más pendientes, en cualquier caso, del gol número 1000 de Romario que del 10 de Ronaldinho. El gaucho firmó R10 en la camiseta que los jugadores de la canarinha le dedicaron a Romario y que Ricardo Texeira, presidente de la (CBF) le entregará antes del partido entre Vasco da Gama y el Botafogo del día 1 de abril.
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