_
_
_
_
_
Reportaje:

La nueva tierra de promisión

Burés exporta sustratos de jardinería al norte de África y Suramérica

La jardinería y el ahorro de agua están catapultando la expansión exterior de una empresa familiar catalana fabricante de abono orgánico, Burés, que vende mas de medio centenar de tipos de tierras en España, Portugal, Francia y países de África y América Latina.

La empresa maneja un volumen anual de unos 200.000 metros cúbicos de abonos orgánicos en más de cincuenta variedades de tierras
El transporte supone el 20% del precio final del producto, razón por la cual la empresa planea instalar plantas en los países donde exporta
Más información
El lastre del transporte

La jardinería y el ahorro de agua constituyen uno de los nichos de negocio que han dado lugar en los últimos tiempos a la constitución de nuevas empresas. Producir tierras especiales como sustrato para todo tipo de plantas es la vía elegida por la firma catalana Burés, una empresa especializada en la producción de abonos orgánicos. De una actividad circunscrita al mercado nacional ha pasado a comercializar ya una parte importante de su producción en Portugal, norte de África y varios países de Latinoamérica.

Silvia Burés, ingeniero agrónomo y especializada en las técnicas para el ahorro de agua en el conjunto de la actividad agraria y la jardinería, es la responsable de Burés, una empresa ubicada en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat. "La producción de tierras, y en general todo tipo de sustratos para todo tipo de jardinería, es algo que lo llevamos en mi familia en la sangre. Mi padre, agricultor, ya se dedicaba a producir abonos orgánicos mediante la mezcla de cortezas de pino con estiércol que distribuía en la zona entre los agricultores. En los años sesenta, la actividad se fue ampliando y organizando con la venta de sustrato ya envasado. En 2000, un hermano y yo asumimos el control de la empresa para afrontar nuevos retos".

En la actualidad, la empresa elabora más de medio centenar de tipos de tierras o sustratos para todo tipo de jardinería en función de las clases de plantas y, sobre todo, si se trata de interiores o exteriores. En total, la firma maneja un volumen de unos 200.000 metros cúbicos de producto, una parte de los cuales se vende a granel y el resto envasado.

Para la producción de los sustratos se utilizan fundamentalmente dos materias primas para su posterior mezcla con todo tipo de tierras o arenas con la idea de lograr el producto necesario para cada tipo de planta.

Una parte corresponde al compost. Para su producción se recogen restos de podas de árboles y arbustos que posteriormente se trituran y se amontonan regados y mezclados en un 60% con tierra para conseguir el producto final en un plazo medio de unos tres meses.

En el caso de la turba, la materia prima procede fundamentalmente de las importaciones desde países del norte de Europa donde la hay en abundancia y a precios competitivos. Para su comercialización se produce una mezcla de entre el 60% y el 90%.

La empresa no trabaja en la producción de sustratos para la jardinería a partir de la lombricultura. Para Silvia Burés, se trata de un sistema costoso que en su comercialización no está suficientemente valorado.

En función de los mayores problemas que cada día plantea la falta de agua y la necesidad de ahorro en actividades como la jardinería, la empresa dedica una parte importante de su trabajo en la investigación para lograr sustratos capaces de mantener los mayores niveles de humedad y lograr así un menor consumo de agua.

Una pala traslada mezclas de tierra dentro de las instalaciones de la empresa Burés en Cataluña.
Una pala traslada mezclas de tierra dentro de las instalaciones de la empresa Burés en Cataluña.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_