De 27 en 27
El episodio de fuerte volatilidad en los mercados bursátiles internacionales del último mes ha tenido como detonantes, entre otros, las dudas sobre el crecimiento de los dos motores: Estados Unidos y China. En el primer caso, vinculado a los potenciales problemas de financiación bancaria en un contexto de incremento de la morosidad. En el segundo, ante el temor a que las medidas restrictivas de las autoridades pudieran provocar una ralentización en el crecimiento del producto interior bruto (PIB). Esta semana hemos tenido una nueva muestra: la subida de 27 puntos básicos (de nuevo, 27 puntos básicos) de los dos tipos de interés de referencia (hasta el 6,39% y el 2,79%, respectivamente).
Los analistas alertan sobre una presión al alza de los precios en China ante el fuerte dinamismo de la demanda interna
¿Cuál es la salud actual de la economía china en estos momentos? A partir de los datos disponibles, todavía es muy buena. Pero, ¿dónde están los riesgos? Entre otros, se podría decir que en la inflación. Si en los últimos años se han observado tasas de crecimiento ligeramente por debajo del 2% (con la excepción de 2004: 3,9%), recientemente estamos asistiendo a un repunte que, sin ser preocupante (2,7% en febrero), sí conviene vigilar. El ritmo de creación de empleo (la tasa de paro es del 4,0%) está provocando un intenso crecimiento de los salarios (16%), aupando a un consumo privado (14%) que se está reacelerando en los últimos meses. Con este dinamismo de la demanda interna es lógico alertar sobre una presión al alza en los precios.
Ahora bien, subidas adicionales de tipos de interés no deberían poner en peligro el objetivo de crecimiento del producto interior bruto (9%-10%) a pesar de que acelerarían la actual fase de desaceleración (aunque débil) en el intenso ritmo de crecimiento de la inversión empresarial (14,4%). Otra consecuencia podría ser adicionales apreciaciones del yuan chino contra el dólar (esto podría ser un factor de alivio para el cruce del euro contra la divisa estadounidense). En cualquier caso, en un escenario de crisis, un déficit público de apenas el 1,4% y una deuda del 20% sobre el PIB, junto con los más de un billón de dólares en reservas, son factores que deben permitir mantener el optimismo sobre la economía china.
David Cano y Manuel Galván son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Grupo Analistas).
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