El Madrid vuelve al escaparate
Un soberbio Reyes mete en la final de la Copa ULEB al cuadro de Plaza a costa de un Kazán que se desinfló en el tercer cuarto
El Real Madrid volverá a disputar una final europea tres años después del desaguisado que le montó el Hapoel Jerusalén en Charleroi. Le espera, el próximo 10 de abril y en el mismo escenario, por la Copa ULEB, el Lietuvos Rytas de Lituania. No la disputará de milagro el Unics Kazán, que apuró hasta el tercer periodo sus siete puntos de ventaja con más facilidad de la sugerida por la escuadra madridista.
Al cuadro de Joan Plaza le dio un ataque de vértigo en el peor momento. Entre la final de la Copa que regaló al Barça y el baño de multitudes de anoche sólo se metía en líos. La sombra acechaba a un grupo que en los anteriores cinco partidos sólo había superado, por un punto, al Estrella Roja. Pese a las derrotas en Valladolid, Barcelona, con el Gran Canaria en casa y en el mismísimo Kazan, el preparador del Madrid tuvo los arrestos necesarios para seguir fiel al juego elástico y de buen ver que tan buenos resultados le dio hasta su debacle en Málaga. La historia pesó en una plantilla que en octubre firmaba su pasaporte a la Euroliga, competición que tendrá asegurada de vencer en Bélgica.
REAL MADRID 84 - UNICS KAZÁN 63
Real Madrid: Tunceri (3), Bullock (27), Smith (3), Hervelle (11) y Reyes (23) -equipo inicial-; López (3), Hernández-Sonseca (0), Sekulic (12), Tomas (0) y Mumbrú (1), N'Guema (1) y Aguilar (1).
Unics Kazán: McCullogh (2), Stevenson (10), Stombergas (8), D. Lavrinovic (13) y Meshcheryakov (6); Chikalkin (7), Savanovic (12), Samoylenko (0), K. Lavrinovic (5) y Zhukanenko (0).
Árbitros: Jungebrand (Fin.), Jersan (Esl.) y Ryzhyk (Ucr.). Excluyeron por personales a Stevenson (m. 37).
14.000 espectadores en el Palacio Vistalegre.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
22-18
22-22
22-9
18-14
Salvo en los tramos finales, el líder de la ACB jugó atenazado. Casi tiró su billete a Bélgica por sus prisas en solventar el duelo con los rusos a toda prisa. Un error garrafal que sólo remedió la actuación soberbia de Felipe Reyes. El pívot cordobés salvó los muebles en los primeros diez minutos con otros tantos puntos y nueve rebotes. Ningún madridista más se salvó de la quema en el arranque, cuando los de Kazán martilleaban desde el perímetro de lo lindo. Para colmo, los gemelos Lavrinovic echaron el cierre a la zona rusa, con tanto acierto que Hervelle se prodigó desde la línea de 6,25. Stambergas y Savanovic hicieron el resto. Hasta que se les fundieron los plomos.
Para suerte del Madrid, enfrente tuvo un conjunto que pierde el norte cuando tiene los garbanzos en el bolsillo. Le pasó en Kazán, concediendo 13 puntos de renta en los últimos dos minutos. Por algo resoplaba en el palco Antonio Martín, el responsable de la sección. Más que nada, porque, con toda una vida por delante, con 40 minutos para cimentar el pase, el Madrid a punto estuvo de claudicar en un correcalles, con posesiones cortas y tiros forzados.
Louis Bullock fue el máxime beneficiario de la pájara que descompuso las líneas rusas. Por mucho que comande las estadísticas de anotación, el escolta no anda fino. Ayer maquilló unos números nada halagüeños, cinco puntos en una docena largas de intentos en los primeros 20 minutos. Si el Madrid va a disputar su segunda final de la campaña, es por Felipe Reyes.
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