La Cámara anima a la industria del automóvil a que se traslade a Europa del Este

Deslocalizar la actividad productiva en países de bajo coste o morir. Éste es el diagnóstico que hace la Cámara de Comercio de Barcelona acerca del futuro de la industria catalana, especialmente de la subcontratista, como el sector de componentes para el automoción, según un estudio que presentó ayer en el salón Maquitec, que abrió sus puertas ayer hasta el próximo sábado en Fira de Barcelona.

La Cámara recomienda, sin tapujos, a las empresas catalanas que trasladen la fabricación de sus productos a los países de Europa del Este, donde los costes laborales, fiscales y energéticos son mucho menores, y que conserven en Cataluña las actividades de investigación y desarrollo (I+D) y diseño.

"La diversificación hacia la Europa del Este es el espacio natural para las empresas catalanas", consideró ayer el director del área internacional de la Cámara, Josep Maria Cervera.

El principal argumento son unos costes laborables que representan de media un tercio de los existentes en España. Oscilan desde los 280 euros al mes de Bulgaria y los 333 euros de Rumania, hasta los 980 euros mensuales en la República Checa.

"Lo que nosotros fuimos para Europa en los años sesenta, ahora lo es la República Checa para España. Y ni se ha muerto España, ni se ha muerto Alemania, ni se va a morir Chequia", afirmó el presidente del comité organizador de Maquitec, Josep Morell. Para Morell, la industria catalana "debe enfocar sus prácticas al mundo del ingenio y la innovación, y mejorar la mentalidad empresarial para conquistar nuevos mercados".

En este sentido, la Cámara ha aprovechado el salón para promover encuentros entre empresas del sector del automóvil -entre ellas Suzuki, TRW, Skoda y Brano- que fomenten alianzas estratégicas en Europa del Este. Por su dimensión, la empresa catalana tiene dificultades para implantarse en la zona a través de fusiones y adquisiciones. Pero debe estar, puesto que el 80% de ellas dependen de proveedores de primer nivel, que los grandes fabricantes de automóviles les exigen que suministren por grupos y a nivel mundial, no por proyectos ni vehículos.

La nueva Europa se está consolidando como un importante centro productor de vehículos. Seis de los nuevos Estados recién incorporados a la UE (Rumania, Eslovaquia, República Checa, Polonia, Hungría y Bulgaria) tienen plantas productivas.

Internacionalización

El diagnóstico y las recomendaciones de la Cámara coinciden con los que la semana pasada llevó a cabo la Generalitat en el Fórum de Empresas de Automoción. En Cataluña, el sector genera un volumen de negocio de más de 13.400 millones de euros, a través de 460 empresas que ocupan a más de 44.000 personas, más del 7% del empleo industrial de la comunidad.

Por otro lado, el Consorcio de Promoción Comercial de Cataluña (Copca) destinará este año 22,5 millones de euros al fomento de la internacionalización de la economía catalana, informó ayer el

organismo dependiente del Departamento de Innovación, Universidades y Empresa.

El montante se distribuye entre una línea de ayudas de 14,37 millones de euros para la concesión de ayudas, que se complementa con 8,13 millones más destinados a políticas sectoriales.